¿Por qué se demora la venida de Jesús? 22 de febrero
Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto.
1 Corintios 7:29
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Los ángeles de Dios, en sus mensajes para los hombres, representan el tiempo como muy corto. Así me ha sido siempre
presentado. Es cierto que el tiempo se ha extendido más de lo que esperábamos en los primeros días de este mensaje. Nuestro
Salvador no apareció tan pronto como lo esperábamos. Pero, ¿ha fallado la palabra del Señor? ¡Nunca! Debiera recordarse que las
promesas y amenazas de Dios son igualmente condicionales.
Dios ha confiado a su pueblo una obra que debe efectuarse en la tierra. Había de ser dado el mensaje del tercer ángel, las mentes
de los creyentes habían de ser dirigidas al santuario celestial, donde Cristo ha entrado para hacer expiación por su pueblo. La reforma
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del día de reposo había de ser llevada adelante. Debe ser reparada la brecha en la ley de Dios. El mensaje debe ser proclamado con
fuerte pregón para que todos los habitantes de la tierra puedan recibir la amonestación. El pueblo de Dios debe purificar su alma
mediante la obediencia a la verdad y estar preparado para encontrarse con él sin falta, en su venida.
Si después del gran chasco de 1844 los adventistas se hubiesen mantenido firmes en su fe, y unidos en la providencia de Dios
que abría el camino, hubieran proseguido recibiendo el mensaje del tercer ángel y proclamándolo al mundo con el poder del Espíritu
Santo... el Señor hubiera obrado poderosamente acompañando sus esfuerzos, se habría completado la obra y Cristo habría venido
antes de esto para recibir a su pueblo y darle su recompensa.
Pero muchos de los creyentes adventistas claudicaron en su fe en el período de duda e incertidumbre que siguió al chasco... Así
se estorbó la obra y el mundo fue dejado en tinieblas...
Durante cuarenta años, la incredulidad, la murmuración y la rebelión impidieron la entrada del antiguo Israel en la tierra de
Canaán. Los mismos pecados han demorado la entrada del moderno Israel en la Canaán celestial. En ninguno de los dos casos
faltaron las promesas de Dios. La incredulidad, la mundanalidad, la falta de consagración y las contiendas entre el profeso pueblo de
Dios nos han mantenido en este mundo de pecado y tristeza tantos años.—
Mensajes Selectos 1:76-78
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