Lo más importante de la vida, 4 de marzo
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:33
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Este es el primer gran objetivo: el reino de los cielos, la justicia de Cristo. Cualquier otro objetivo debe ocupar un lugar secundario.
Satanás presenta el camino de la santidad como una senda difícil, mientras que los caminos de los placeres mundanos los hace
aparecer sembrados de flores. El tentador adorna el mundo con colores falsos pero halagadores y complacientes, y así presenta
sus placeres a la juventud. La vanidad es uno de los rasgos más fuertes de la naturaleza humana depravada, y el enemigo sabe que
puede estimularla con éxito. Halaga por medio de sus instrumentos. Los jóvenes pueden recibir expresiones de alabanza, lo cual
complacerá su vanidad y aumentará su orgullo y autoestima. Esto puede inducirlos a pensar que con tales ventajas y atractivos
en realidad es lamentable tener que salir del mundo y alejarse de él para hacerse cristiano y tener que olvidar a sus compañeros y
fingirse muertos a sus alabanzas o censuras. Satanás os dice que con las ventajas que poseéis podríais en gran medida disfrutar de los
placeres mundanos. Pero considerad que los placeres del mundo tendrán que terminar y que lo que sembréis, eso es lo que segaréis.
¿Son los atractivos personales, la habilidad o los talentos personales demasiado valiosos para dedicarlos a Dios, al Autor de vuestro
ser, al que vela por vosotros a cada instante? ¿Son vuestras capacidades demasiado preciosas para dedicarlas a Dios?
Los jóvenes insisten en que necesitan algo para avivar y divertir la mente. Vi que había placer en el trabajo, y satisfacción en la
búsqueda de una vida de utilidad. Pero algunos porfían en que necesitan algo que interese a la mente después de las horas de trabajo
o el estudio, alguna clase de ocupación o entretenimiento mental que alivie y refresque la mente en medio de las preocupaciones y
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trabajos fatigantes. Lo que necesitan es la esperanza del cristiano. La religión será reconfortante para el creyente y una guía segura
que lo conducirá a la Fuente de la verdadera felicidad. Los jóvenes debieran estudiar la Palabra de Dios y dedicarse a la meditación y
la oración, porque así encontrarán que sus momentos de ocio no podrían ser aprovechados en forma mejor. Jóvenes amigos, debierais
dedicar tiempo a probaros a vosotros mismos, para ver si estáis en el amor de Dios. Sed diligentes en asegurar vuestro llamamiento y
elección.—
Testimonies for the Church 1:440, 441
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Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Haced de esto lo primero y lo último.—
Fundamentals of Christian Education,
484
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