El papel de la música
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amenizaba las horas de labor, y llevaba la alegría del Cielo a los
rendidos por el trabajo y a los descorazonados.—
El Ministerio de
Curación, 34
.
Cristo entonaba cantos de alabanza
A menudo expresaba su alegría cantando salmos e himnos ce-
lestiales. A menudo los moradores de Nazaret oían su voz que se
elevaba en alabanza y agradecimiento a Dios. Mantenía comunión
con el Cielo mediante el canto; y cuando sus compañeros se que-
jaban por el cansancio, eran alegrados por la dulce melodía que
brotaba de sus labios. Sus alabanzas parecían ahuyentar a los malos
ángeles y, como incienso, llenaban el lugar de fragancia. La mente
de los que le oían se alejaba del destierro que aquí sufrían para
elevarse a la patria celestial.—
El Deseado de Todas las Gentes, 54
.
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