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La Música
hacia Dios las gloriosas armonías como una ofrenda aceptable.
Pero, en ciertas ocasiones es más difícil disciplinar a los que
cantan y conseguir que lo hagan en forma adecuada, que mejorar
los hábitos de oración y exhortación. Muchos quieren hacer las
cosas de acuerdo con su propio método; se oponen a las consultas
y se impacientan cuando otro los dirige. Se requieren planes bien
maduros en el servicio de Dios. El sentido común es algo excelente
en el culto que se rinde al Señor.—
Gospel Workers, 325 (1892)
;
El
Evangelismo, 368
.
Poder afectivo y musicalidad en la voz humana
La voz humana tiene mucho poder afectivo y musicalidad; y si
el que aprende realiza esfuerzos decididos adquirirá el hábito de
hablar y cantar que será para él un poder a fin de ganar almas para
Cristo.—
Manuscrito 22, 1886
;
El Evangelismo, 367, 368
.
Volumen moderado y tonalidad natural
Puede introducirse muchas mejoras en el canto. Algunos piensan
que cuanto más fuerte canten tanto más musicales son, pero el ruido
no es música. El buen canto es como la música de los pájaros: suave
y melodioso.
En algunas de nuestras iglesias he escuchado solos que eran
inapropiados para el servicio de culto en la casa de Dios. Las no-
tas prolongadas y los sonidos peculiares tan comunes en el canto
de ópera no agradan a los ángeles. Estos se complacen en oír los
sencillos cantos de alabanza expresados en un tono natural. Ellos
se unen con nosotros en los cantos en los que cada palabra se pro-
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nuncia claramente, en un tono musical. Participan en las melodías
cantadas con el corazón, el espíritu y el entendimiento.—
Manuscrito
91, 1903
;
El Evangelismo, 372
.
Con solemnidad y reverencia
La melodía del canto, exhalada de muchos corazones en forma
clara y distinta, es uno de los instrumentos de Dios en la obra de
salvar almas. Todo el servicio debe ser dirigido con solemnidad y