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Capítulo 6—La atracción de la música mundana
La música, cuando no se abusa de ella, es una gran bendición; pero
cuando se la emplea equivocadamente se convierte en una terrible
maldición.—
Testimonios para la Iglesia 1:436
.
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No había valses frívolos ni cantos impertinentes en las escuelas
de los profetas
El arte de la melodía sacra era diligentemente cultivado. No se
escuchaban valses frívolos, ni cantos impertinentes que ensalzaran
al hombre y apartaran la atención de Dios; sino sagrados y solemnes
salmos de alabanza al Creador, que exaltaban su nombre y hacían
recuento de sus obras maravillosas.—
La Voz: Su Educación y Uso
Correcto, 497
.
Cuando Satanás toma el control
Pero hay una clase de reuniones sociales de un carácter comple-
tamente diferente, partidas de placer que han deshonrado nuestras
instituciones y la iglesia. Estimulan el orgullo de la indumentaria
y de la apariencia, la complacencia propia, la hilaridad y el espíri-
tu trivial. Satanás es agasajado como un huésped honrado y toma
posesión de los que patrocinan estas reuniones.
Me fue mostrada una visión de una compañía tal
, donde se
habían congregado los que profesan creer la verdad.
Uno estaba sen-
tado frente a un instrumento de música, y se oían cantos que hacían
llorar a los ángeles que todo lo observaban
. Había alegría, había
risa grosera, había mucho entusiasmo, y cierta clase de inspiración;
pero la alegría era de la clase que solo Satanás puede crear. Es un
entusiasmo y una infatuación de los cuales se avergonzarán todos
los que aman a Dios. Prepara a quienes participan en ello para los
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pensamientos y los actos profanos. Tengo motivos para creer que
algunos de los que participaron en aquella escena, se arrepintieron
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