Capítulo 9—Testimonio a un director de coro
susceptible
Cualquier cosa que esté relacionada de alguna manera con el culto
religioso debe ser digna, solemne e impresionante.—
Manuscrito 5,
1874
;
Mensajes Selectos 3:380
.
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La mundanalidad en la música
Se me mostró el caso del Hno. U: que él sería una carga para la
iglesia a menos que llegara a tener una relación más estrecha con
Dios. Él se ha autoenvanecido. Si se hace alguna observación sobre
su proceder, se siente herido. Si cree que se ha preferido a otro en
lugar de él, lo toma como una injuria que se le ha hecho...
El Hno. U tiene un buen conocimiento de música, pero su edu-
cación musical ha sido de una naturaleza tal como para actuar en
un escenario más bien que para el solemne culto de Dios. El canto
es un acto de adoración a Dios en una reunión religiosa tanto como
lo es el hablar; y cualquier rareza o peculiaridad cultivada atrae la
atención de la gente, y destruye la impresión seria y solemne que
debe ser el resultado de la música sagrada. Cualquier cosa extraña o
excéntrica en el canto desvía la mente del carácter serio y sagrado
del servicio religioso.
Música dignificada, solemne e impresionante
El ejercicio corporal para poco aprovecha. Cualquier cosa que
esté relacionada de alguna manera con el culto religioso debe ser
digna, solemne e impresionante. A Dios no le agrada cuando minis-
tros que aseveran ser representantes de Cristo representan tan mal al
Señor, y usan el cuerpo para hacer movimientos y adoptar actitudes
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ordinarias, ejecutando gestos indignos, toscos y no refinados. Todo
esto divierte y estimula la curiosidad de los que desean ver cosas
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