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Apéndice 1—Una filosofía adventista acerca de la música
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la conformidad con normas mundanas de pensamiento o comporta-
miento.
“Música secular”
: Es la música compuesta para ambientes aje-
nos al servicio de culto o de devoción personal. Apela a los temas
comunes de la vida y a las emociones básicas del ser humano. Provie-
ne de nuestro ser interior, y expresa la reacción del espíritu humano
ante la vida, el amor y el mundo en el que el Señor nos ha colocado.
Puede elevar o degradar moralmente al ser humano. Aunque no está
destinada a alabar a Dios, puede tener un lugar legítimo en la vida del
cristiano. En su elección debería seguirse los principios presentados
en este documento.
Principios guiadores para el cristiano
La música con la que se deleita el cristiano debería estar regulada
por los siguientes principios:
1
. Toda la música que el cristiano escuche, intérprete o compon-
[61]
ga, ya sea sacra o secular, glorificará a Dios: “Si, pues, coméis o
bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”.
1
Corintios 10:31
. Este es el principio bíblico fundamental. Cualquier
cosa que no pueda satisfacer esta norma elevada debilitará nuestra
experiencia con el Señor.
2
. Toda la música que el cristiano escuche, intérprete o com-
ponga, ya sea sacra o secular, debería ser la más noble y la mejor:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pen-
sad”.
Filipenses 4:8
. Como seguidores de Jesucristo que esperamos
y anhelamos unirnos a los coros celestiales, consideramos la vida en
esta tierra como una preparación para, y un anticipo de, la vida en
un cielo nuevo y una tierra nueva.
De estos dos fundamentos—glorificar a Dios en todas las cosas,
y elegir lo más noble y lo mejor—dependen los demás principios
que se presentan a continuación para la selección musical por parte
de los cristianos:
3
. La música debe caracterizarse por ser de calidad, equilibrada,
apropiada y auténtica. Fomentará nuestra sensibilidad espiritual,
psicológica y social, y nuestro crecimiento intelectual.