Página 285 - Notas biogr

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Peligro de adoptar directivas mundanas en la obra de Dios
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“El cavilar, el ridiculizar y la falsa presentación pueden realizarse
sólo a expensas de rebajar vuestras propias almas. El uso de tales
armas no gana preciosas victorias para vosotros, sino que rebaja la
mente, y separa el alma de Dios. Las cosas sagradas son degradadas
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hasta el nivel de las comunes, y se crea una condición que agrada
al príncipe de las tinieblas, y agravia y aleja al Espíritu de Dios.
El cavilar y criticar deja al alma tan desprovista de gracia como
los montes de Gilboa estaban desprovistos de lluvia. No puede
ponerse ninguna confianza en el juicio de los que se complacen en
ridiculizar y representar falsamente. Ningún peso puede asignarse
a su consejo o resolución. Debéis llevar la imagen divina antes
de hacer movimientos decididos para dar un molde diferente a los
procedimientos en la causa de Dios.
“El acusar y criticar a aquellos a quienes Dios está usando, es
acusar y criticar al Señor que los ha enviado. Todos necesitan cultivar
sus facultades religiosas, a fin de tener el discernimiento correcto de
las cosas religiosas. Algunos han dejado de distinguir entre lo que
es oro puro y mero oropel, entre la sustancia y la sombra.
“Los prejuicios y opiniones que prevalecieron en Minneápolis
no están muertos de manera alguna; las semillas sembradas allí
en algunos corazones están listas para brotar en la vida y llevar su
cosecha. Las plantas han sido cortadas, pero las raíces nunca han sido
erradicadas, y ellas llevarán su fruto no santificado para envenenar
el juicio, pervertir las percepciones y cegar el entendimiento de
aquellos con los cuales os relacionáis, con respecto al mensaje y a
los mensajeros. Cuando, mediante una confesión plena, destruyáis
las raíces de amargura, veréis la luz en la luz de Dios. Sin esta
obra completa nunca libraréis vuestras almas. Necesitáis estudiar la
Palabra de Dios con un propósito, no para confirmar vuestras propias
ideas, sino para probarlas, a fin de condenarlas o aprobarlas, según
estén de acuerdo o no con la Palabra de Dios. La Biblia debe ser
vuestra constante compañera. Debéis estudiar los Testimonios, no
para extraer ciertas frases con el fin de emplearlas como os parezca
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mejor, para fotalecer vuestras declaraciones, mientras desatendéis
las instrucciones más claras dadas para corregir vuestra conducta.
“Ha habido un apartamiento de Dios entre vosotros, y la obra
de celoso arrepentimiento y regreso a vuestro primer amor, esencial
para la restauración y la regeneración del corazón, todavía no está