Capítulo 53—En la capital de Estados Unidos
La destrucción por fuego, ocurrida en un mismo año, de los
principales edificios de dos de las instituciones más importantes
de Battle Creek, Míchigan, indujeron a los hermanos a estudiar las
ventajas que habría para la causa de Dios en el traslado de la sede
denominacional y de la casa editora Review and Herald a algún otro
lugar.
Este problema se presentó ante los delegados reunidos en el
congreso de la Asociación General de 1903. Se instó a los hermanos
a que expresaran libremente sus convicciones en cuanto a lo que
convenía hacer. Mientras estaban en consejo, la Sra. White, que
asistía como delegado, presentó un testimonio decidido en favor
de adoptar un procedimiento que resultara en una diseminación
amplia de las verdades del mensaje del tercer ángel. Ella llamó la
atención a los consejos a menudo repetidos de establecer centros de
influencia en puntos estratégicos, y de hacer arreglos para una sabia
distribución de las fuerzas de obreros, más bien que seguir los planes
tendientes a la centralización. Las estacas debían ser fortalecidas sólo
para que las cuerdas fueran alargadas. Desde centros establecidos,
la influencia de la verdad presente había de extenderse a todo el
mundo. La Sra. White dijo, en parte:
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“¿Querrán los que están reunidos en Battle Creek escuchar la
Voz que les habla, y entender que han de esparcirse en diferentes
lugares, donde puedan hacer posible que irradie el conocimiento de
la verdad, y donde puedan obtener una experiencia diferente de la
que han estado obteniendo?
“En respuesta a la pregunta que fue hecha con respecto al esta-
blecimiento [de la sede y las instituciones de Battle Creek] en otro
lugar, yo contesto: Sí. Sean trasladadas las oficinas de la Asociación
General y de la obra de publicaciones de Battle Creek a otro lugar.
No sé cuál será el lugar, si debiera ser sobre la costa del Atlántico
o en alguna otra parte; pero esto es lo que diré: Nunca pongáis una
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