Página 208 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Las sonrisas de Dios, 9 de julio
La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.
Proverbios 10:22
.
Ninguna cosa puede proporcionarnos verdadero bien sin la bendición de
Dios. Lo que Dios bendice, está bendito. Por lo tanto “mejor es lo poco del
justo, que las riquezas de muchos pecadores”.
Salmos 37:16
. Poco con la
bendición de Dios, resulta más eficiente y se extenderá más. La gracia de Dios
hará que un poco vaya hasta una gran distancia. Cuando nos consagramos
a las cosas del reino de Dios, él tendrá en cuenta nuestras cosas.—
Carta 8,
1873, pp. 4
.
El Señor nos ha concedido preciosas bendiciones en las sencillas flores de
los campos, en la fragancia tan grata para nuestros sentidos. El ha dotado a
cada flor de hermosura, porque es el gran Artista maestro. El que ha creado las
hermosas cosas de la naturaleza, realizará cosas aún mayores por el alma. Dios
es amante de lo bello, y él adornará nuestros caracteres con sus propias ricas
gracias. El quiere que nuestras palabras sean tan fragantes como las flores
del campo. El nos ha dado bendiciones en la provisión diaria para nuestra
necesidad física. El pan que comemos tiene sobre sí la imagen y la inscripción
de la cruz.—
Carta 97, 1895, pp. 7, 8
.
Son realmente bendecidos únicamente aquellos cuya principal preocupa-
ción consiste en asegurar las bendiciones que alimentarán el alma y perdurarán
para siempre. Nuestro Salvador nos dice: “Mas buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Mateo 6:33
.
Dios nos tiene en consideración y no se olvida de derramar sus bendiciones
temporales sobre nosotros. Nuestro bien terrenal no escapa a la preocupación
de nuestro Padre celestial. El sabe que tenemos necesidad de estas cosas. ...
Cuando Dios sonríe sobre nuestros esfuerzos, eso vale más que cualquier
ganancia terrenal.—
Carta 8, 1873, pp. 4
.
Toda bendición que Dios ha concedido a su pueblo en el pasado debiera
mantenerse fresca en la memoria, como una segura promesa de futuras bendi-
ciones más ricas y abundantes que él está dispuesto a derramar.—
Manuscrito
65, 1912
;
The S.D.A. Bible Commentary 4:1183
.
No hay límites a las bendiciones que es nuestro privilegio recibir.—
Carta
179, 1902
.
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