Página 232 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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La necesidad de cultivarse, 1 de agosto
Y acuérdate de tu Criador en los días de tu juventud, antes que vengan
los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas, no tengo en ellos
contentamiento.
Eclesiastés 12:1
.
Me pregunto constantemente cómo puedo presentar mejor a los jóvenes la
necesidad de cultivarse a sí mismos. Quisiera convencer a nuestra juventud
para que consideren como de oro cada momento de su tiempo. No lo des-
perdiciéis en la indolencia; no lo gastéis en insensateces; sino que aferraos
a los tesoros más elevados. Cultivad los pensamientos y expandid el alma
sometiendo la mente a gobierno, no permitiendo que se llene con asuntos
sin importancia. Asegurad toda ventaja que os sea posible para fortalecer el
intelecto. No os satisfagáis con una norma baja. No quedéis contentos hasta
que, mediante el esfuerzo ferviente, la vigilancia y la oración sincera, hayáis
asegurado la sabiduría que procede de arriba. Así podéis crecer en carácter y
obtener una influencia sobre otras mentes, capacitándoos para guiarlas por la
senda de la rectitud y la santidad. ...
Apreciad cada rayo de luz que podáis obtener mediante la búsqueda de la
Palabra de Dios. Iniciad hoy el trabajo que Dios os ha dado, y ved cuanto bien
podéis realizar en la fortaleza de Cristo. Haced que Dios sea vuestro consejero.
Disciplinad y controlad las facultades mentales. El control de sí mismo es un
poder que todos deben poseer. Se obtiene colocando la voluntad plenamente
del lado de Dios, y tomando la voluntad de Dios por vuestra voluntad.
Cristo ... puede y quiere, si nos sometemos a él, llenar las cámaras de la
mente y los lugares recónditos del alma con su Espíritu. Entonces nuestra
voluntad estará en armonía perfecta con la voluntad divina. Nuestro espíritu y
voluntad pueden identificarse de tal manera con su Espíritu y voluntad que
lleguemos a ser uno con él en pensamiento y propósito. Entonces Satanás no
seguirá controlándonos. Cristo es nuestro Guía, y a sus seguidores les agrada
mantener el paso junto a él. El habla y ellos obedecen su voz como una mente
y un alma.—
Manuscrito 128, 1898, pp. 1, 2
.
Queridos jóvenes, lo mejor que podéis hacer es alistaros libre y decidi-
damente en el ejército del Señor. Entregaos en las manos de Dios, para que
vuestra voluntad y caminos puedan ser guiados por Aquel que es infinito en
sabiduría y en bondad. ... Que vuestros nombres sean registrados en los libros
celestiales como los elegidos de Dios.—
The Youth’s Instructor, 26 de abril de
1894, pp. 132
.
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