Página 315 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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El carácter de los embajadores de Cristo, 20 de octubre
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase
por medio nuestro; os rogamos en nombre de Cristo: reconciliaos con
Dios.
2 Corintios 5:20
.
Todo verdadero cristiano se dará cuenta de que tiene algo que hacer para
la salvación de las almas.—
The Review and Herald, 29 de mayo de 1900
.
Cuando os acercáis al extraño, cuando estáis cara a cara con el impenitente,
el afligido, el alma necesitada, el Señor está a vuestro lado si en realidad
os habéis dado a él. El impresiona el corazón. Pero vosotros podéis ser el
instrumento para su obra misericordiosa. ...
Los abogados de la verdad deben ocultarse en Jesús; él es su grandeza, su
poder y eficacia. Deben amar a las almas así como él los ama a ellos. Deben ser
obedientes como él lo fué. Deben ser corteses y llenos de simpatía. Deberían
luchar con todo su poder contra el menor defecto de carácter que haya en ellos.
Deben representar a Jesús. Dejar que él aparezca en cada acto.—
The Review
and Herald, 12 de abril de 1892, pp. 225, 226
.
El que puede leer los corazones de los hombres ... conoce qué atmósfera
rodea a cada alma. El sabe cuántas y cuán fieras son las luchas del alma
humana por vencer las tendencias naturales y heredadas y los pecados que han
llegado a ser comunes a través del hábito de la repetición. ... Miles ... están
expuestos a las tentaciones maestras de Satanás, y no tienen conocimiento de
Dios y de Jesucristo a quien ha enviado al mundo para salvar a los pecadores
más empedernidos. Oh, ¿por qué no discernimos cuál es nuestra parte en la
obra del gran plan de redención? ...
Cada alma verdaderamente convertida tendrá una simpatía genuina y
santificada con los sufrimientos de Cristo, que él soportó para salvar a los
pecadores. Si colaboran con Cristo, vencerán el descanso egoísta, la com-
placencia egoísta, la indulgencia egoísta, y crecerán en cada fibra y músculo
espirituales, ejerciendo las facultades que Dios les ha dado para ganar a las
almas a Jesucristo. Esta obra asignada por el cielo está calculada para darle
amplitud, profundidad y estabilidad a la experiencia y al carácter cristianos,
y para reunir a los colaboradores con Dios en una atmósfera más alta y más
pura donde su amor por Cristo aumentará constantemente y su amor por sus
semejantes abundará más y más.—
Manuscrito 41, 1890
.
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