Página 39 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Un seguro remedio para el alma, 30 de enero
El es quien perdona todas tus iniquidades; él es el que sana todas tus
dolencias.
Salmos 103:3
.
Cristo nos ha dado su Palabra, para que los hombres y las mujeres tengan
a su alcance un remedio para toda enfermedad espiritual. La Palabra es una
prueba del carácter humano. Muestra cuál es la enfermedad, y prescribe el
remedio. En la Palabra está la prescripción para toda dolencia espiritual. Los
simples mandamientos de Dios ejercerán una influencia saludable sobre todo
el cuerpo. Si se la toma con fe, y se la práctica fielmente, sus remedios son
infalibles.—
Carta 42, 1907, pp. 3
.
Las promesas de la Palabra de Dios se abren ante los más humildes. Dios
declara: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela a Dios,
el cual da a todos abundantemente”.
Santiago 1:5
. Nunca será enviado con
las manos vacías. Y el hombre que vive de toda palabra de Dios, mejorará
en sus capacidades mentales y morales. Tendrá un entendimiento más claro
que el manifestado antes de abrir su corazón para dar entrada a la Palabra
de vida. Relacionado con la Fuente viva de sabiduría y conocimiento, las
capacidades mentales crecerán y se expanderán. Mientras las capacidades del
intelecto estaban bajo el dominio de Satanás, todo el hombre estaba deformado.
Pero cuando el poder de la verdad es puesto en el corazón, influye todo el
ser.—
Manuscrito 23, 1899, pp. 5
.
El Señor ha puesto su voz en su santa Palabra. Esas benditas páginas
están llenas de instrucción y de vida, en armonía con la verdad. Son una regla
perfecta de conducta. Se dan instrucciones, se trazan principios, que se aplican
a toda circunstancia en la vida, aunque no se trate ningún caso en particular.
No se ha dejado sin revelar ninguna cosa que sea esencial para un sistema
completo de fe, y una correcta línea de práctica. Se establece claramente
todo deber que Dios requiere de nosotros. ... Nadie que tome la Biblia como
su guía, humilde y honradamente, haciéndola su consejero, errará la senda
verdadera.—
Carta 34, 1891, pp. 4
.
Confiad en esto: si estudiáis la Palabra de Dios con sincero deseo de
obtener ayuda, el Señor llenará vuestra alma de luz. Vuestra obra será aprobada
por Dios, y vuestra influencia tendrá un sabor para vida.—
(Australasian) Union
Conference Record, 1 de octubre de 1903
.
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