Capítulo 19—La clase de libros que se necesita
Para fortalecer los pilares de la fe
—La preparación de libros
es una tarea grande y beneficiosa, pero no siempre ha estado en la
posición santa y elevada que Dios quería que ocupara, porque el
yo se ha entretejido en la obra de algunos que se han ocupado de
ella. El trabajo editorial debería ser el medio para dar rápidamente
la sagrada luz de la verdad presente al mundo. Las publicaciones
que salen de nuestras prensas hoy deberían ser de tal carácter que
fortalezcan cada clavo y cada pilar de la fe que fue establecida por
la Palabra de Dios y la revelación de su Espíritu.
La verdad que Dios ha dado a su pueblo en estos últimos días
debería mantenerlo firme cuando entren en la iglesia algunos que
presenten teorías falsas. La verdad que ha resistido los ataques del
enemigo por más de medio siglo debe seguir siendo la confianza y
el consuelo del pueblo de Dios.
La evidencia que ofrecemos a los no creyentes de que tenemos la
verdad de Dios debe ser avalada con una vida de estricta abnegación.
No debemos transformar en una burla nuestra religión sino mantener
siempre presente el ejemplo de quien, aunque era Príncipe del cielo,
se humilló para vivir una vida de abnegación y sacrificio a fin de
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vindicar la justicia de la palabra de su Padre. Resolvamos cada uno
hacer lo mejor posible para que la luz de nuestras buenas obras brille
ante el mundo.
Unidad y progreso
—Debería existir perfecta armonía en los
planes que se hacen para la publicación de nuestros libros y revistas,
para que la luz que contienen pueda ser llevada rápidamente a todas
partes: a las iglesias nominales y al mundo. Debería lograrse mucho
más con la venta de nuestros libros de lo que hemos logrado hasta
hoy.
Nuestros pastores deberían llamar a los miembros de iglesia a
hacer triunfar la verdad. “Levántate, resplandece; porque ha venido
tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que
tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti
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