Página 112 - El otro Poder (1996)

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El otro Poder
nados para cargos de responsabilidad en la obra de publicaciones
deben considerar ahora con mucho cuidado estos temas importantes.
Deben discriminar cuidadosamente entre el bien y el mal, entre la
justicia y la injusticia, para discernir qué es igualdad y un trato leal...
Hay peligro de que penetre el descuido en la obra de publicacio-
nes, lo que la pondrá en situación de necesitar reajustes. Se debería
seguir el principio de que un segundo libro acerca de cualquier tema
no expulsará del mercado al que lo precedió hasta que haya tenido
su oportunidad justa. Dejo con ustedes estas palabras de advertencia
y admonición.—
Carta 225, 1899
.
Equidad en la publicación de nuevas ediciones
—Cuando los
centros de distribución tienen en existencia grandes cantidades de
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ciertos libros, nada se debería hacer para producir una nueva edición
sin consultar a quienes tienen grandes cantidades de la edición
anterior. En cada caso debe ejercerse cuidado para no iniciar un
camino que producirá pérdidas a nuestras instituciones. En estos
asuntos debemos actuar con equidad y juicio santificado.—
Carta
229, 1903
.
Revisión de libros clásicos
—La obra que el Señor nos ha da-
do en esta época es presentar a la gente la verdadera luz respecto
de las preguntas definitorias de la obediencia y la salvación: los
mandamientos de Dios y el testimonio de Jesucristo.
En algunos de nuestros libros importantes, impresos durante años
y que condujeron a muchos al conocimiento de la verdad, pueden
encontrarse temas de menor importancia que exigen un estudio y una
aplicación cuidadosos. Dejen que estos temas sean considerados por
quienes han sido designados para supervisar nuestra obra de publi-
caciones. No permitan que estos hermanos, o nuestros colportores,
o pastores, magnifiquen estos asuntos que a la larga disminuyen la
influencia de estos buenos libros salvadores de vidas. Si asumié-
ramos la obra de desacreditar nuestras publicaciones, pondríamos
armas en las manos de quienes se han apartado de la fe y quieren
confundir las mentes de los que recientemente han abrazado el men-
saje. Cuanto menos se haga innecesariamente para cambiar nuestras
publicaciones, tanto mejor será.—
Preach the Word, 7 (1910)
.
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