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La Oración
Intercedamos por otros en la oración privada
—En la oración
privada, todos tienen el privilegio de orar todo el tiempo que deseen,
y de ser tan explícitos como quieran. Pueden orar por todos sus
parientes y amigos. La cámara secreta es el lugar donde se han de
contar todas las dificultades, pruebas y tentaciones particulares. La
reunión para adorar a Dios en conjunto no es el lugar donde se
hayan de revelar las cosas privadas del corazón.—
Testimonios para
la Iglesia 2:512
.
Oremos por los que predican y ministran
—Entre el pueblo de
Dios debería haber, en este tiempo, frecuentes períodos de oración
[249]
sincera y ferviente. La mente debería estar continuamente en actitud
de oración. En la casa y en la iglesia, ofrézcanse fervientes oraciones
en favor de los que se han dado a sí mismos a la predicación de la
Palabra.—
En los Lugares Celestiales, 93
.
Debéis tener temporadas de oración por los hombres jóvenes
que salen a predicar la verdad. Rogad que Dios los una a sí mismo y
que les imparta sabiduría, gracia, y conocimiento. Pedid que sean
guardados de las trampas de Satanás y que sean mantenidos puros
de pensamiento y consagrados de corazón. Os ruego a vosotros que
teméis al Señor que no perdáis tiempo en conversaciones de poco
valor y en el trabajo innecesario para satisfacer vuestra vanidad o
en darle gusto al apetito. Emplead el tiempo economizado y rogad
encarecidamente en oración por vuestros ministros. Sostened sus
manos como Aarón y Hur sostuvieron las de Moisés.—
Testimonios
para la Iglesia 5:151
.
Orar por los jóvenes de la iglesia
—Vigilen los que tienen más
experiencia a los más jóvenes, y cuando los vean tentados, llámenlos
aparte y oren con ellos y por ellos.—
Mensajes para los Jóvenes, 17
.
Los maestros de escuela sabática han de orar por los miem-
bros de su clase
—Como obreros de Dios, necesitamos más de Jesús
y menos del yo. Deberíamos sentir una preocupación mayor por las
almas, y orar diariamente que se nos dé fuerza y sabiduría para
el sábado. Maestros, visitaos con los miembros de vuestras clases.
Orad con ellos, y enseñadles a orar. enternézcase el corazón, y sean
breves y sencillas pero fervientes las peticiones.—
Consejos Sobre
la Obra de la Escuela Sabática, 139
.
Los alumnos han de orar por sus maestros
—Los estudiantes
deben tener sus propios momentos de oración, cuando puedan ofre-