Página 295 - La Oraci

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para ver cómo trata el hombre a sus semejantes. Cuando ven que
alguien manifiesta la simpatía de Cristo por el errante, se apresuran a
ir a su lado, y traen a su memoria las palabras que debe hablar y que
serán como pan de vida para el alma. Así “Dios, pues, suplirá todo
lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.
Filipenses 4:19
. Él hará que vuestro testimonio, con su sinceridad y
su verdad, sea poderoso con el poder de la vida venidera. La Palabra
del Señor será en vuestros labios cual verdad y justicia.
El esfuerzo personal por otros debe ser precedido de mucha ora-
ción secreta; pues requiere gran sabiduría el comprender la ciencia
de salvar almas. Antes de comunicaros con los hombres, comuni-
caos con Cristo. Ante el trono de la gracia celestial, obtened una
preparación para ministrar a la gente.
[313]
Quebrántese vuestro corazón por el anhelo que tenga de Dios,
del Dios vivo. La vida de Cristo ha mostrado lo que la humani-
dad puede hacer participando de la naturaleza divina. Todo lo que
Cristo recibió de Dios, podemos recibirlo también nosotros. Pedid,
pues, y recibiréis. Con la fe perseverante de Jacob, con la persis-
tencia inflexible de Elías, pedid para vosotros todo lo que Dios ha
prometido.
Dominen vuestra mente las gloriosas concepciones de Dios. En-
lácese vuestra vida con la de Cristo mediante recónditos eslabones.
Aquel que ordenó que la luz brillara en las tinieblas, desea brillar
en vuestro corazón, para daros la luz del conocimiento de la gloria
de Dios en el rostro de Jesucristo.
2 Corintios 4:6
. El Espíritu Santo
tomará las cosas de Dios y os las mostrará, transfiriéndolas al co-
razón obediente cual vivo poder. Cristo os conducirá al umbral del
Infinito. Podréis contemplar la gloria que refulge allende el velo, y
revelar a los hombres la suficiencia de Aquel que siempre vive para
interceder por nosotros.
[314]
Este capítulo aperece en
Palabras de Vida del Gran Maestro, 105-115
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