Página 89 - La Oraci

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Razones para orar
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piritual que necesitemos. Podemos decir al Señor exactamente lo
que necesitamos, con la sencillez de un niño. Podemos exponerle
nuestros asuntos temporales, y suplicarte pan y ropa, así como el pan
de vida y el manto de la justicia de Cristo. Nuestro Padre celestial
sabe que necesitamos todas estas cosas, y nos invita a pedírselas.
En el nombre de Jesús es como se recibe todo favor. Dios honrará
ese nombre y suplirá nuestras necesidades con las riquezas de su
liberalidad.—
El Discurso Maestro de Jesucristo, 112, 113
.
Cada alma tiene el privilegio de presentar al Señor sus necesi-
dades particulares y de ofrecer sus acciones de gracias personales
por los beneficios que recibe cada día.—
Testimonios para la Iglesia
9:222
.
No da información nueva a Dios
—Nuestras oraciones no han
de informar a Dios de algo que él no sabe. El Señor está al tanto
de los secretos de cada alma. Nuestras oraciones no tienen por
qué ser largas ni decirse en voz alta. Dios lee los pensamientos
ocultos. Podemos orar en secreto, y el que ve en secreto oirá y nos
recompensará en public.—
Mensajes para los Jóvenes, 245
.
Provee gracia diariamente
—Aquellos que en Pentecostés fue-
ron dotados con el poder de lo alto, no quedaron desde entonces
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libres de tentación y prueba. Como testigos de la verdad y la justicia,
eran repetidas veces asaltados por el enemigo de toda verdad, que
trataba de despojarlos de su experiencia cristiana. Estaban obligados
a luchar con todas las facultades dadas por Dios para alcanzar la
medida de la estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús. Oraban
diariamente en procura de nuevas provisiones de gracia para poder
elevarse más y más hacia la perfección. Bajo la obra del Espíritu
Santo, aún los más débiles, ejerciendo fe en Dios, aprendían a desa-
rrollar las facultades que les habían sido confiadas y llegaron a ser
santificados, refinados y ennoblecidos. Mientras se sometían con hu-
mildad a la influencia modeladora del Espíritu Santo, recibían de la
plenitud de la Deidad y eran amoldados a la semejanza divina.—
Los
Hechos de los Apóstoles, 40, 41
.
Provee sabiduría
—Debemos buscar sabiduría de lo alto para
poder subsistir en este día de errores y engaños.—
Primeros Escritos,
87, 88
.
Orad fervorosamente pidiendo una comprensión de los tiempos
en que vivimos, solicitando una concepción más plena de sus pro-