Página 534 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

Basic HTML Version

Capítulo 55—El niño Samuel
Este capítulo está basado en 1 Samuel 1 y 2:1-11.
Elcana, un levita del monte de Efraín, era hombre rico y de
mucha influencia, que amaba y temía al Señor. Su esposa, Ana, era
una mujer de piedad fervorosa. De carácter amable y modesto, se
distinguía por una seriedad profunda y una fe muy grande.
A esta piadosa pareja le había sido negada la bendición tan
vehementemente deseada por todo hebreo. Su hogar no conocía la
alegría de las voces infantiles; y el deseo de perpetuar su nombre
había llevado al marido a contraer un segundo matrimonio, como
hicieron muchos otros. Pero este paso, inspirado por la falta de fe en
Dios, no significó felicidad. Se agregaron hijos e hijas a la casa; pero
se había mancillado el gozo y la belleza de la institución sagrada de
Dios, y se había quebrantado la paz de la familia. Penina, la nueva
esposa, era celosa e intolerante, y se conducía con mucho orgullo
e insolencia. Para Ana, toda esperanza parecía estar destruida, y la
vida le parecía una carga pesada; no obstante, soportaba la prueba
con mansedumbre y sin queja alguna.
[554]
Elcana observaba fielmente las ordenanzas de Dios. Seguía exis-
tiendo el culto en Silo, pero debido a algunas irregularidades del
ministerio sacerdotal no se necesitaban sus servicios en el santuario,
al cual, siendo levita, debía atender. Sin embargo, en ocasión de las
reuniones prescritas, subía con su familia a adorar y a presentar su
sacrificio.
Aun en medio de las sagradas festividades relacionadas con
el servicio de Dios, se hacía sentir el espíritu maligno que afligía
su hogar. Después de presentar las ofrendas, participaba toda la
familia en un festín solemne aunque placentero. En esas ocasiones,
Elcana daba a la madre de sus hijos una porción para ella y otra
para cada uno de sus hijos; y en señal de consideración especial para
Ana, le daba a ella una porción doble, con lo cual daba a entender
que su afecto por ella era el mismo que si le hubiera dado un hijo.
530