Página 723 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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Apéndice
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del período más antiguo”. “El toro o buey Apis que lleva en lenguaje
egipcio el mismo nombre que el Nilo, es decir Hapi, era adorado en
Menfis. [...] Era considerado como emblema viviente de Osiris, de
modo que estaba relacionado con el sol y con el Nilo”.
De estos extractos se desprende que el culto rendido por los israelitas
al becerro de oro era realmente la forma egipcia de adorar al sol,
idolatría que siempre ha sido la mayor antagonista del culto tributado
al verdadero Dios. Es ciertamente significativo que precisamente
cuando Dios se manifestaba a los israelitas en manera especial, y les
hacía conocer su día de reposo, volvieron ellos al antiguo culto del
sol, cuyo principal día festivo, el primer día de la semana, contendió
siempre por la supremacía con el día especialmente característico
del culto al Dios verdadero.
Al adorar el becerro de oro, los israelitas profesaban estar adorando
a Dios, y al inaugurar ese culto del ídolo, Aarón dijo: “Mañana
será fiesta a Jehová”. Se proponía adorar a Dios, como los egipcios
adoraban a Osiris, bajo el símbolo de la imagen. Pero Dios no podía
aceptar ese culto. Aunque se lo ofrecían en su nombre, era el dios-sol,
y no Jehová, quien era el verdadero objeto de su adoración.
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La adoración del buey Apis iba acompañada del más grosero liber-
tinaje, y los anales bíblicos indican que el culto del becerro al cual
se entregaron los israelitas fue acompañado de todo el libertinaje
común en el culto pagano. Leemos: “Al día siguiente madruga-
ron, ofrecieron holocaustos y presentaron ofrendas de paz. Luego
se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse”.
Éxodo 32:6
. La palabra hebrea traducida por “regocijarse” significa
regocijarse saltando, cantando y bailando. Este baile, practicado
especialmente entre los egipcios, era indecente y sensual. La palabra
traducida por “corrompido” en el versículo siguiente, donde se dice:
“Tu pueblo que sacaste de tierra de Egipto se ha corrompido”, es la
misma que se emplea en
Génesis 6:11, 12
, donde leemos que “toda
carne había corrompido su camino sobre la tierra”. Esto explica la
terrible ira del Señor, y por qué deseaba exterminar al pueblo en
seguida.
Nota 8. Pág. 299. Los Diez Mandamientos eran el “pacto” al cual se
refirió el Señor, cuando al proponer que haría alianza con Israel dijo:
“Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto” etc.
Éxodo
19:5
. A los Diez Mandamientos se les llamó pacto de Dios antes de