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Historia de los Patriarcas y Profetas
sobre la tierra.” “Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.
Y cayó del cielo sobre los hombres un grande granizo como del peso
de un talento.”
Hechos 2:19
;
Apocalipsis 16:18, 20, 21
.
Cuando se unan los rayos del cielo con el fuego de la tierra, las
montañas arderán como un horno, y arrojarán espantosos torrentes
de lava, que cubrirán jardines y campos, aldeas y ciudades. Masas
incandescentes fundidas arrojadas en los ríos harán hervir las aguas,
arrojarán con indescriptible violencia macizas rocas cuyos frag-
mentos se esparcirán por la tierra. Los ríos se secarán. La tierra se
conmoverá; por doquiera habrá espantosos terremotos y erupciones.
Así destruirá Dios a los impíos de la tierra. Pero los justos
serán protegidos en medio de estas conmociones, como lo fué Noé
en el arca. Dios será su refugio y tendrán confianza bajo sus alas
protectoras. El salmista dice: “Porque tú has puesto a Jehová, que
es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá
mal.” “Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
ocultaráme en lo reservado de su pabellón.” La promesa de Dios
es: “Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré:
pondrélo en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.”
Salmos 91:9,
10, 14; 27:5
.
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