Página 99 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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La torre de Babel
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condenado a la esclavitud, la condena fué aplazada durante siglos.
Dios sobrellevó su impiedad y corrupción hasta que traspasaron
los límites de la paciencia divina. Entonces fueron desposeídos, y
llegaron a ser esclavos de los descendientes de Sem y de Jafet.
La profecía de Noé no fué una denuncia arbitraria y airada ni
una declaración de favoritismo. No fijó el carácter y el destino de sus
hijos. Pero reveló cuál sería el resultado de la conducta que habían
escogido individualmente, y el carácter que habían desarrollado. Fué
una expresión del propósito de Dios hacia ellos y hacia su posteridad,
en vista de su propio carácter y conducta. Generalmente, los niños
heredan la disposición y las tendencias de sus padres, e imitan su
ejemplo; de manera que los pecados de los padres son cometidos por
los hijos de generación en generación. Así la vileza y la irreverencia
de Cam se reprodujeron en su posteridad y le acarrearon maldición
durante muchas generaciones. “Un pecador destruye mucho bien.”
Eclesiastés 9:18
.
Por otro lado, ¡cuán ricamente fué premiado el respeto de Sem
hacia su padre; y qué ilustre serie de hombres santos se ve en su
posteridad! “Conoce Jehová los días de los perfectos,” “y su simiente
es para bendición.” “Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios
fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan
sus mandamientos, hasta las mil generaciones.”
Salmos 37:18, 26
;
Deuteronomio 7:9
.
Durante algún tiempo, los descendientes de Noé continuaron
habitando en las montañas donde el arca se había detenido. A me-
dida que se multiplicaron, la apostasía no tardó en causar división
entre ellos. Los que deseaban olvidar a su Creador y desechar las
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restricciones de su ley, tenían por constante molestia las enseñanzas
y el ejemplo de sus piadosos compañeros; y después de un tiempo
decidieron separarse de los que adoraban a Dios. Para lograr su fin,
emigraron a la llanura de Sinar, que estaba a orillas del río Eufrates.
Les atraían la hermosa ubicación y la fertilidad del terreno, y en esa
llanura resolvieron establecerse.
Decidieron construir allí una ciudad, y en ella una torre de tan
estupenda altura que fuera la maravilla del mundo. Estas empresas
fueron ideadas para impedir que la gente se esparciera en colonias.
Dios había mandado a los hombres que se diseminaran por toda
la tierra, que la poblaran y que se enseñoreasen de ella; pero estos