Página 476 - Profetas y Reyes (1957)

Basic HTML Version

472
Profetas y Reyes
mis ojos fuiste de grande estima, fuiste honorable, y yo te amé: daré
pues hombres por ti, y naciones por tu alma.”
Isaías 43:1-4
.
Hay perdón en Dios; hay aceptación plena y libre por los mé-
ritos de Jesús, nuestro Señor crucificado y resucitado. Isaías oyó
al Señor declarar a sus escogidos: “Yo, yo soy aquel que borro tus
transgresiones a causa de mí mismo, y no me acordaré más de tus
pecados. Si no, ¡hazme recordar! ¡entremos en juicio juntos! ¡alega
lo que puedas, para justificarte!” “Y conocerás que yo, Jehová, soy
Salvador tuyo, y que tu Redentor es el poderoso Dios de Jacob.”
Vers. 25, 26; 60:16 (VM)
.
Declaró el profeta: “Quitará la afrenta de su pueblo,” “y llamarles
han Pueblo Santo, Redimidos de Jehová.” El se ha propuesto “darles
gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de
alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de
justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.”
“Despierta, despierta, vístete tu fortaleza, oh Sión;
vístete tu ropa de hermosura, oh Jerusalem, ciudad santa:
porque nunca más acontecerá que venga a ti incircunciso ni
inmundo.
“Sacúdete del polvo;
levántate y siéntate, Jerusalem;
suéltate de las ataduras de tu cuello,
cautiva hija de Sión.”
“Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo;
he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo,
y sobre zafiros te fundaré.
“Tus ventanas pondré de piedras preciosas,
tus puertas de piedras de carbunclo,
[535]
y todo tu término de piedras de buen gusto.
“Y todos tus hijos serán enseñados de Jehová;
y multiplicará la paz de tus hijos.
“Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión,
porque no temerás;
y de temor, porque no se acercará a ti.