Página 127 - Servicio Cristiano (1981)

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El despertar
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La marcha del pueblo de Dios debe ser hacia arriba y hacia
adelante a la victoria. Alguien mayor que Josué está dirigiendo los
ejércitos de Israel. Alguien está en nuestro medio, el Capitán de
nuestra salvación, quien ha dicho para nuestro ánimo: “He aquí, yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” “Confiad,
yo he vencido al mundo.” El nos guiará a una victoria segura. Lo
que Dios promete, es capaz de realizarlo en cualquier momento. Y
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la obra que él da a su pueblo para que haga, es capaz de terminarla
por su medio.—
Testimonies for the Church 2:122
.
¿Por qué no nos entusiasmamos con el Espíritu de Cristo? ¿Por
qué nos conmovemos tan poco ante los lastimeros clamores de un
mundo que sufre? ¿Consideramos nuestro exaltado privilegio de
añadir una estrella a la corona de Cristo—un alma librada de las
cadenas con las cuales Satanás la ha ligado, un alma salvada en
el reino de Dios? La iglesia debe darse cuenta de su obligación
de llevar el Evangelio de la verdad presente a toda criatura. Os
encomiendo que leáis el tercero y el cuarto capítulos de Zacarías.
Si estos capítulos son comprendidos, si son recibidos, se hará una
obra en favor de aquellos que tienen hambre y sed de justicia, una
obra que significa para la iglesia: “Avanzad hacia adelante y hacia
arriba.”—
Testimonies for the Church 6:296
.
La gran mayoría de los habitantes de la tierra han manifestado
lealtad al enemigo. Pero no hemos sido engañados. No obstante
el aparente triunfo de Satanás, Cristo está llevando a cabo su obra
en el santuario celestial y en la tierra. La Palabra de Dios describe
la maldad y corrupción que iban a existir en los últimos días. Al
ver nosotros el cumplimiento de la profecía, nuestra fe en el triunfo
final del reino de Cristo debe fortalecerse; y debemos salir con reno-
vado valor para hacer la obra que nos ha sido asignada.—
Obreros
Evangélicos, 26, 27
.
Una escena impresionante
Una escena muy impresionante pasó ante mí en visiones noctur-
nas. Vi una inmensa bola de fuego que caía en medio de un grupo
de hermosas casas que fueron destruidas instantáneamente. Oí a
alguien decir: “Sabíamos que los juicios de Dios visitarían la tierra,
mas no pensábamos que vendrían tan pronto.” Otros dijeron en tono