Página 161 - Servicio Cristiano (1981)

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El ministerio de la página impresa
Una obra de primera importancia
Si hay una obra más importante que otra, es la de presentar al
público nuestras publicaciones, induciéndolo así a escudriñar las
Escrituras. La obra misionera—que consiste en introducir nuestras
publicaciones en el seno de las familias, conversar y orar con ellas,—
es una obra buena.—
El Colportor Evangélico, 14
.
Que cada adventista se pregunte: “¿Qué puedo hacer yo para
proclamar el mensaje del tercer ángel?” Cristo vino a este mundo
para dar su mensaje a su siervo a fin de que éste lo transmitiera a las
iglesias. Ha de ser proclamado a toda nación, tribu, lengua y pueblo.
¿Cómo hemos de darlo? La distribución de nuestras publicaciones
es un medio por el cual el mensaje ha de proclamarse. Que cada
creyente disemine folletos y libros que contienen el mensaje para
este tiempo. Se necesitan colportores que salgan para hacer circular
nuestras publicaciones por doquier.—
The Southern Watchman, 5 de
junio de 1904
.
Los libros y periódicos son los medios dispuestos por el Señor
para mantener constantemente el mensaje para este tiempo delante
de la gente. En cuanto a iluminar y confirmar a la gente en la verdad,
las publicaciones harán una obra mayor que el solo ministerio de la
palabra hablada. Los mensajeros silenciosos que son colocados en
los hogares de la gente por la obra del colportor, fortalecerán la obra
del ministerio evangélico de todas maneras, porque el Espíritu Santo
impresionará la mente de los que lean los libros, como impresiona
la mente de los que escuchan la predicación de la Palabra. El mismo
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ministerio de los ángeles que acompaña a la obra del predicador,
acompaña también a los libros que contienen la verdad.—
Joyas de
los Testimonios 2:534, 535
.
No dejéis que languidezca la obra del colportaje. Que los libros
que contienen la luz de la verdad presente sean colocados ante tantas
personas como sea posible. Los presidentes de nuestras asociaciones
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