Página 172 - Servicio Cristiano (1981)

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Servicio Cristiano
sariamente darán prominencia al pueblo que guarda los mandamien-
tos. Hay una sustitución constante de la verdad divina por las teorías
y falsas doctrinas de origen humano. Se están iniciando movimientos
para esclavizar las conciencias de los que quieren ser leales a Dios.
Los poderes legislativos estarán en contra del pueblo de Dios. Toda
alma será probada.—
Testimonies for the Church 5:546
.
Los hombres dictarán y aplicarán con severidad leyes direc-
tamente opuestas a la ley divina. Aunque celosos de sus propios
mandamientos, esos hombres se apartarán de un claro “así dice Jeho-
vá”. Por ensalzar un falso día de descanso, querrán obligar a los
hombres a deshonrar la ley de Dios, esa ley que es la expresión del
carácter divino. Aunque inocentes de toda culpa, los siervos de Dios
serán entregados a las humillaciones y escarnios de hombres inspi-
rados por Satanás, llenos de envidia y fanatismo religioso.—
Joyas
de los Testimonios 3:392, 393
.
Mientras profesen estar aliados con el cielo y pretendan tener
carácter de cordero, los poderes religiosos mostrarán por sus hechos
que tienen corazón de dragón y que son inspirados y dominados
por Satanás. Se acerca el tiempo cuando el pueblo de Dios será
perseguido porque santifica el séptimo día. Satanás hizo cambiar el
día de reposo con la esperanza de ejecutar su propósito de derrotar
los designios de Dios. Procura que los mandamientos de Dios tengan
menos poder en el mundo que las leyes humanas. El hombre de
pecado, que pensó cambiar los tiempos y la ley, y que siempre
oprimió al pueblo de Dios, hará promulgar leyes que obliguen a
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observar el primer día de la semana. Pero el pueblo de Dios debe
permanecer firme por él. Y el Señor obrará en su favor, mostrando
claramente que es Dios de dioses.—
Joyas de los Testimonios 3:393
.
Todo ultraje, vituperio y crueldad que Satanás pudo inventar e
instigar a los corazones humanos se ha dirigido contra los seguidores
de Jesús. Y esto se cumplirá de nuevo de un modo notable; porque
el corazón carnal está todavía enemistado contra la ley de Dios y
no quiere sujetarse a sus mandamientos. El mundo no está más en
armonía hoy con los principios de Cristo de lo que estaba en los días
de los apóstoles. El mismo odio que inspiró el grito: “¡Crucifícale,
crucifícale!” el mismo odio que condujo a la persecución de los
discípulos, obra todavía en los hijos de desobediencia. El mismo
espíritu que en la Edad Media condenó a hombres y mujeres a la