Página 223 - Servicio Cristiano (1981)

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El hogar como centro de educación misionera
De primera importancia
El hogar es la primera escuela del niño y allí es donde deben
echarse los cimientos de una vida de servicio.—
El Ministerio de
Curación, 382
.
La ocupación principal de vuestras vidas es la de ser misioneros
en vuestro propio hogar.—
Testimonies for the Church 4:138
.
La restauración y el levantamiento de la humanidad empiezan en
el hogar. La obra de los padres es cimiento de toda otra obra. ... El
bienestar de la sociedad, el buen éxito de la iglesia, la prosperidad
de la nación, dependen de las influencias del hogar.—
El Ministerio
de Curación, 327
.
Cuanto más penetre el espíritu servicial en el hogar, tanto más ha
de desarrollarse en la vida de los niños. Así aprenderán a encontrar
gozo en el servicio y en el sacrificio por el bien de los demás.—
El
Ministerio de Curación, 382
.
No olviden los padres el importante campo misionero que tienen
en su hogar. Los niños que Dios confió a una madre son para ella un
cometido sagrado. “Toma este hijo o hija—dice el Señor—y edúcalo
para mí. Dale un carácter pulido a manera de las esquinas de un
palacio, para que pueda brillar siempre en los atrios del Señor.” La
luz y la gloria que irradian del trono de Dios rodean a la madre fiel
que se esfuerza en enseñar a sus hijos a resistir la influencia del
mal.—
Joyas de los Testimonios 3:303
.
Nuestra obra por Cristo ha de empezar con la familia, en el hogar.
... No hay campo misionero más importante que éste. Por precepto
y por ejemplo, los padres, han de enseñar a sus hijos a trabajar por
los inconversos. Los niños han de ser educados de tal manera que
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simpaticen con los ancianos y los afligidos, y traten de aliviar los
sufrimientos de los pobres y los desgraciados. Ha de enseñárseles a
ser diligentes en la obra misionera; y desde sus primeros años, ha
de inculcárseles la abnegación y el sacrificio por el bien de otros
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