Página 41 - Servicio Cristiano (1981)

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El llamado de Dios al servicio
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periódicos que contengan las solemnes verdades para este tiempo.—
The Review and Herald, 19 de diciembre de 1878
.
Si hubiera veinte mujeres donde ahora hay una, que hicieran de
esta santa misión su obra escogida, veríamos muchos más conversos
a la verdad.—
The Review and Herald, 2 de enero de 1879
.
Se necesitan mujeres para trabajar, mujeres que no estén engreí-
das, sino que sean mansas y humildes de corazón, y que trabajen
con la mansedumbre de Cristo donde pueden hallar algo que hacer
por la salvación de las almas.—
The Review and Herald, 2 de enero
de 1879
.
Centenares de nuestras hermanas podrían comenzar a trabajar
hoy si lo quisieran. Deben vestirse ellas mismas y a sus hijos con
sencillez, con vestidos durables y limpios, carentes de adorno, y
dedicar el tiempo que han usado en ostentación innecesaria a la obra
misionera. Pueden escribirse cartas a los amigos que están distantes.
Nuestras hermanas pueden reunirse para tomar consejo acerca de la
mejor forma de trabajar. Puede ahorrarse dinero para ser presentado
como una ofrenda a Dios, para ser invertido en periódicos y folletos
que se envíen a sus amistades. Las que ahora no hacen nada deben
ponerse al trabajo. Que cada hermana que pretende ser una hija de
Dios sienta en verdad la responsabilidad de ayudar a todos los que
están a su alcance.—
The Review and Herald, 12 de diciembre de
1878
.
Nuestras hermanas han estado demasiado dispuestas a buscar
excusas para no llevar responsabilidades que exijan pensamiento y
estricta aplicación de la mente; sin embargo, ésta es precisamente la
disciplina que necesitan para perfeccionar la experiencia cristiana.
Pueden ser obreras en el campo misionero, manifestando un interés
personal en la distribución de folletos y periódicos que presenten
correctamente nuestra fe.—
The Review and Herald, 12 de diciembre
[38]
de 1878
.
Hermanas, no os canséis de la obra misionera vigilante. Este es
un trabajo en el cual todas podéis ocuparos con éxito, si solamente
os relacionáis con Dios. Antes de escribir cartas de consulta, siempre
elevad vuestros corazones a Dios en oración, a fin de que tengáis
éxito en conseguir algunas ramas silvestres que puedan ser injertadas
en la vid verdadera, y lleven fruto para la gloria de Dios. Todos
los que con corazones humildes participen en esta obra, estarán