Página 95 - Servicio Cristiano (1981)

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El despertar
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Este mensaje debe ser dado con prontitud, renglón tras renglón,
precepto tras precepto. Los hombres se verán pronto obligados
a tomar decisiones importantes, y debemos cuidar de que tengan
ocasión de comprender la verdad, de manera que puedan decidirse
inteligentemente por el lado del bien. El Señor llama a su pueblo
a trabajar—y con fervor e inteligencia—mientras se prolonga el
tiempo de gracia.—
Joyas de los Testimonios 3:345
.
No tenemos tiempo que perder. El fin está cerca. El viajar de
lugar en lugar para difundir la verdad quedará pronto rodeado de
peligros a diestra y siniestra. Se pondrá todo obstáculo en el camino
de los mensajeros del Señor, para que no puedan hacer lo que les es
posible hacer ahora. Debemos mirar bien de frente nuestra obra y
avanzar tan rápidamente como sea posible en una guerra agresiva.
Por la luz que Dios me ha dado, sé que las potestades de las tinieblas
están obrando con intensa energía desde abajo, y con paso furtivo
Satanás está avanzando para sorprender a los que duermen ahora,
como un lobo que se apodera de su presa. Tenemos amonestaciones
que podemos dar ahora, una obra que podemos hacer ahora; pero
pronto ello será más difícil de lo que podemos imaginarnos. Dios
nos ayude a mantenernos donde brilla la luz, a obrar con nuestros
ojos fijos en Jesús nuestro Caudillo, y a avanzar paciente y perse-
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verantemente hasta ganar la victoria.—
Joyas de los Testimonios
2:376
.
Hay peligro en la demora. Esa alma a la cual debíais haber en-
contrado, esa alma a la cual debíais haberle abierto las Escrituras,
pasa más allá de vuestro alcance. Satanás ha preparado una red para
sus pies, y mañana podrá estar realizando los planes del archiene-
migo de Dios. ¿Por qué demorar un solo día? ¿Por qué no salir a
trabajar en seguida?—
Testimonies for the Church 6:443
.
En toda época, los que siguieron a Cristo necesitaron vigilancia
y fidelidad; pero ahora, estando en el mismo umbral del mundo
eterno y teniendo las verdades que tenemos, tanta luz y una obra
tan importante, debemos duplicar nuestra diligencia. Cada uno ha
de obrar hasta lo sumo de su capacidad. Hermano mío, Vd. hace
peligrar su salvación si retrocede ahora. Dios le pedirá cuenta si no
hace el trabajo que le asignó.—
Joyas de los Testimonios 2:161
.