Un día de curación y gozo, 17 de mayo
Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el
día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en
éstos, pues, venid y sed sanados, y no en el día de reposo.
Lucas 13:14
.
“Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo. Y había allí una mujer
que desde hacia dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada,
y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo:
Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó
luego, y glorificaba a Dios”.
Lucas 13:10-13
.
El corazón compasivo de Cristo fue conmovido al ver a esta mujer doliente,
y supondríamos que cualquier ser humano que la viera se alegraría de que fuese
librada de su enfermedad, y curada de una aflicción que la había tenido encorva-
da por 18 años. Pero Jesús percibió, por los rostros ceñudos y airados, que los
sacerdotes y rabinos no sentían gozo al ver su liberación. No estaban dispuestos
a expresar palabras de agradecimiento por causa de una mujer que había estado
sufriendo y estaba deformada y ahora fue restaurada a la salud y simetría de su
cuerpo. No sintieron gratitud al ver que su cuerpo deformado quedó hermoso, y
que el Espíritu Santo alegró su corazón hasta que se desbordó con agradecimientos
y glorificó al Señor.
El salmista dice: “El que sacrifica alabanza, me honrará”.
Salmos 50:23
. Pero
en medio de las palabras de gratitud se oyó una nota discordante. “Pero el principal
de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo...” Estaba
indignado porque Cristo había hecho que una mujer infeliz hiciera resonar una
nota de alegría en el sábado. En voz alta, áspera por la pasión, dijo a la gente:
“Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no
en el día de reposo”.
Lucas 13:14
.
Si ese hombre hubiera realmente tenido escrúpulos de conciencia en cuanto a
la verdadera observancia del sábado, habría discernido la naturaleza y el carácter
de la obra que Cristo había realizado... La obra que Cristo había hecho estaba en
armonía con la santificación del día sábado. Las personas que estaban a ambos
lados de Jesús se maravillaron y se alegraron por la obra que había sido hecha en
beneficio de esa mujer doliente; y hubo algunos cuyo corazón quedó conmovido,
cuya mente fue iluminada, que se habrían reconocido discípulos de Cristo si no
hubiera sido por los rostros amenazadores y airados de los rabinos.—
The Signs of
the Times, 23 de abril de 1896
.
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