Página 42 - Ser Semejante a Jes

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Obedecer a Dios como lo hizo Cristo, 1 de febrero
Pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus
mandamientos no son gravosos.
1 Juan 5:3
.
Mediante su palabra y su ejemplo práctico el Hijo unigénito del Dios infinito
nos ha legado un modelo sencillo que debemos copiar. Mediante sus palabras nos
ha educado para que obedezcamos a Dios, y mediante su propio ejemplo nos ha
mostrado de qué modo le podemos obedecer. Su deseo es que cada ser humano
realice esta mismísima obra: que obedezca a Dios inteligentemente, y que por
precepto y ejemplo enseñe a otros lo que deben hacer para transformarse en hijos
obedientes de Dios.
Jesús ha hecho posible que todo el mundo obtenga un conocimiento inteligente
de su misión y obra divinas. Vino para representar el carácter de su Padre ante el
mundo, y a medida que estudiamos la vida, las palabras y las obras de Jesucristo...
recibimos ayuda en la educación de la obediencia a Dios; y al imitar el ejemplo
que nos ha dado, nos transformamos en epístolas vivientes, conocidas y leídas
por todos los hombres. Nosotros somos los medios humanos vivientes llamados
a representar el carácter de Jesucristo ante el mundo. Cristo no sólo dio reglas
explícitas para demostrarnos de qué manera podemos llegar a ser hijos obedientes,
sino que con su propia vida y carácter ilustró exactamente cómo realizar aquello
que es correcto y aceptable ante Dios, de modo que no hubiera excusa para que
no hiciéramos lo que es agradable ante su vista.
Siempre debiéramos estar agradecidos porque Jesús ha probado con hechos
reales que podemos guardar los mandamientos de Dios, desmintiendo con ello la
falsedad satánica de que no podemos guardarlos. El gran Maestro vino a nuestro
mundo para ocupar su lugar a la cabeza de la humanidad, para así elevar y santificar
a la humanidad mediante su obediencia santa a todos los requerimientos divinos,
y demostrar... que es posible obedecer todos los mandamientos de Dios. Así
comprobó que es posible gozar de una vida entera de obediencia. De la misma
manera, él envía a seres humanos al mundo, igual como el Padre envió al Hijo,
para que ilustren la vida de Cristo con su propia vida.—
Exaltad a Jesús, 163
.
Cristo redimió el desgraciado fracaso de la caída de Adán, y fue vencedor,
testificando así ante los mundos no caídos y ante la humanidad caída que los
seres humanos podían guardar los mandamientos de Dios por medio del poder
divino que el cielo les concedía. Jesús, el Hijo de Dios, se humilló y soportó
la tentación por nosotros, y venció en favor de nosotros, para mostrarnos cómo
podemos vencer. Así, con los lazos más estrechos, vinculó sus intereses divinos
con la humanidad...—
Mensajes Selectos 3:154
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