Página 108 - La Segunda Venida y el Cielo (2003)

Basic HTML Version

Capítulo 16—La escuela celestial
La eternidad proveerá oportunidades ilimitadas para el
aprendizaje y el desarrollo
—El cielo es una escuela; su campo
de estudio, el universo; su maestro, el Ser infinito. En el Edén fue
establecida una filial de esa escuela y, una vez consumado el plan de
redención, se reanudará la educación en la escuela del Edén.
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón
de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”.
1 Corintios 2:9
. Sólo por medio de su Palabra se puede obtener el
conocimiento de estas cosas, y aún así se obtiene sólo una revelación
parcial.
El profeta de Patmos describe así la sede de la escuela futura:
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y
la primera tierra pasaron... Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva
Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa
ataviada para su marido”.
Apocalipsis 21:1, 2
.
“La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen
en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su
lumbrera”.
Apocalipsis 21:23
.
Entre la escuela establecida al principio en el Edén y la escuela
[140]
futura, se extiende todo el período de la historia de este mundo,
historia de la transgresión y el sufrimiento humano, del sacrificio
divino y de la victoria sobre la muerte y el pecado. En la escuela de la
vida futura no se hallarán todas las condiciones de la primera escuela
del Edén. Ningún árbol del conocimiento del bien y del mal ofrecerá
oportunidad a la tentación. No hay allí tentador ni posibilidad de
injusticia. Todos los caracteres habrán resistido la prueba del mal, y
habrán dejado de ser susceptibles a su poder.
“Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está
en medio del paraíso de Dios”.
Apocalipsis 2:7
. La participación
del árbol de la vida en el Edén era condicional, y finalmente fue
suprimida. Pero los dones de la vida futura son absolutos y eternos.
104