Página 114 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio
luvio y la destrucción de Sodoma. La disipación está aumentando
en nuestro mundo. A lo largo de las calles se colocan carteles con
motivos indecentes con el propósito de seducir los ojos y depravar
la moral. Estas presentaciones son de un carácter tal que excitan las
más bajas pasiones del corazón humano por medio de la imaginación
corrupta. Y esa imaginación corrupta es seguida por prácticas sucias,
semejantes a aquellas en las cuales se complacían los sodomitas.
Pero lo más terrible es que el mal es llevado a la práctica bajo un
ropaje de santidad. A menos que nuestros jóvenes se protejan tras
las barricadas de la verdad, serán contaminados, sus pensamientos
serán degradados y su alma manchada.—
Carta 1, 1875
.
El pecado de Sodoma en nuestros días
—No ignoramos que la
caída de Sodoma se debió a la corrupción de sus habitantes. Aquí
el profeta ha especificado los males particulares que llevaron a la
inmoralidad. Ahora vemos que existen en el mundo los mismos
pecados que hubo en Sodoma, y que trajeron sobre ella la ira de
Dios, incluso su completa destrucción.—
The Health Reformer, julio
de 1873
;
Comentario Bíblico Adventista 4:1183
.
Extraño abandono de los principios
—¿Acaso no suceden co-
sas a nuestro alrededor que nos revelan los peligros que acosan
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nuestra senda? Por doquiera se ve la ruina de la humanidad, alta-
res familiares desintegrados, familias deshechas. Existe un extraño
abandono de los principios, las normas de la moralidad han sido
rebajadas, y la tierra se apresura a ser como Sodoma. Las prácticas
sodomitas, que atrajeron los juicios de Dios sobre el mundo y cau-
saron el diluvio y la destrucción de Sodoma por fuego, aumentan
rápidamente. Nos acercamos al fin. Dios ha soportado bastante la
perversidad humana, pero su castigo no es menos cierto. Los que pro-
fesan ser la luz del mundo deben separarse de toda iniquidad.—
The
Review and Herald, 10 de noviembre de 1884
.
La impureza se halla muy extendida, aun entre el profeso pueblo
de Cristo. La pasión se ha desenfrenado; las propensiones anima-
les ganan fuerza por la complacencia, mientras que las facultades
morales se van tornando constantemente más débiles... Los pecados
que destruyeron a los antediluvianos y las ciudades de la llanura se
practican hoy, no solamente en las tierras paganas y entre los que
profesan el cristianismo popular, sino también entre algunos de los
que aguardan la venida del Hijo del hombre. Si Dios presentara ante