Página 150 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio
y su particular simpatía hacia la señora P y sus hijas. La madre se
queda en la cama la mayor parte del tiempo, cuando debería estar
ocupada en alguna cosa útil y atendiendo a la familia.
Me fue revelada su familiaridad con la madre y las hijas. Sus
atenciones y regalos hablan más fuerte que sus palabras lisonjeras.
Ud. está desagradando a Dios, y el cielo lo mira con reprobación...
Si tuviera un corazón nuevo, sus motivos, acciones y el curso de su
conducta serían tales que, tanto creyentes como incrédulos, tendrían
en Ud. un ejemplo de carácter cristiano. He podido ver su caso como
Dios lo ve, y ahora se lo presento. Muy bueno hubiera sido—mucho
mejor—que Ud. hubiera estado desconectado del Retiro de Salud
desde hace algunos meses.
Esta libertad y galantería hacia mujeres jóvenes no es la conse-
cuencia de una simpatía tierna y cristiana... Si Ud. cree que esto no
es digno ni siquiera de ser mencionado, se sentirá tentado de repetir-
lo. Analice su vida pasada, y permita que nazca en Ud. gusto moral
por medio de la purificación del templo del alma. Ponga a un lado
sus excusas, pues no puede presentar ninguna. Sus ideas necesitan
de una renovación moral. Entonces podrá ver las cosas bajo una
luz diferente. Para llevar adelante su obra, Dios llama a hombres
que sean puros de corazón, incontaminados en sus pensamientos, y
sinceros para su gloria...
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La religión no es un mero manto
—Dios ve el corazón, los he-
chos y los propósitos de la mente. Debería escribirse en la conciencia
como con buril de acero sobre roca, que el hombre que espera éxito
verdadero violando los principios eternos de lo recto, tal como están
escritos en los libros del cielo, no sólo es un tonto sino un impío.
¿Pueden, acaso, los hombres olvidar que “Tú eres Dios que ve”? ¿Se
volverá Ud., hermano, de los ídolos? Su sentido moral está anublado.
Ore a Dios para que traiga a su memoria todas las cosas a fin de
que pueda verlas en su verdadera orientación. No use la religión de
Cristo como un manto, sino vístase del Señor Jesucristo.
Pruebas de un cristiano verdadero
—La conversación de un
hombre que afirma creer la verdad para este tiempo debería ser acerca
del cielo, no una conversación común, terrenal, barata, sensual. Debe
adoptar máximas santas, de lo contrario transitará por un camino
diferente al de Cristo, engañando al mundo, traicionando la verdad.