Capítulo 32—El hermano G
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Declaración de W. C. White
—“Puedo hablar con conocimien-
to del hermano G. Allá por 1875 se casó con una brillante maestra...
Era una mujer de talento, pero luego de algunos años se puso pen-
denciera y le hacía la vida miserable. Por aquel tiempo se hizo amigo
de una joven que llevaba la contabilidad del colegio X, y terminó
desarrollando afecto por ella. La hermana White le escribió dándole
algunas advertencias muy claras, y él prometió que les prestaría aten-
ción. Poco tiempo después que la hermana White viajó a Europa, el
hermano G renunció a su posición en la institución, fue a visitar a su
hermana que vivía en Míchigan, y no ofreció resistencia al pedido
de divorcio que le hiciera su esposa.
“Hasta aquí, los que conocían el caso lo aprobaron, pero poco
tiempo después, cuando se casó con la tenedora de libros referida
anteriormente, sus amigos se sintieron muy apenados. Por un tiempo
enseñó en ________, luego se estableció en ________, y por muchos
años trabajó duramente. Su esposa lo ayudaba a ganarse la vida.
El se ocupó de una pequeña huerta de verduras y frutas. Ambos
se dieron cuenta del mal curso que habían seguido en la vida. Se
arrepintieron amargamente y, como el arrepentimiento de ambos
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había sido sincero, sus hermanos quedaron satisfechos. Tuvieron tres
preciosos hijos, y ninguno de ellos los animó a separarse. Cuando el
asunto le fue presentado a la hermana White, ella tampoco los animó
a separarse, ni los excluyó de participar en la obra del mensaje del
tercer ángel. En los últimos días de su vida trabajó modestamente
como obrero de sostén propio en el sur del país.
“Si las personas que viven a la luz del mensaje del tercer ángel se
proponen alejarse del compañero o la compañera para unirse a otro
u otra, es nuestro deber amonestarlas, reprobarlas y disciplinarlas.
“Si los que abrazan el mensaje se meten en problemas y enredos,
pero luego se arrepienten, confiesan sus pecados, reciben el perdón
de Dios y ganan la confianza de sus hermanos, es mucho mejor,
tanto para los ministros como para los demás miembros de la iglesia,
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