Página 208 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio
Invitación para trasladarse a otro país
—Estimado hermano
G: Mi mente ha estado preocupada por Ud. de tiempo en tiempo.
Si hubiera estado libre para expresar mi opinión, hace tiempo que
le habría aconsejado que se mudara a otro lugar. Esperaba que los
hermanos hubieran tenido sabiduría de lo alto para aconsejarlo, de
manera que Ud. no estuviera donde está actualmente. Si tiene algo
que hacer, debe hacerlo pronto. Si Ud. hubiera estado en este país
[Australia], estoy segura de que vería que las puertas se abren en
lugares donde Ud. podría trabajar como un portaluz para quienes
están en las tinieblas del error.
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¿Y si Ud. se viniera a este país? Como Abrahán, que no sabía
adónde iba y buscaba orientación con humildad, le ruego que haga
un alto. Véngase a Australia mientras estamos por acá. Hágalo bajo
su propia responsabilidad. Ud. podrá contar con medios para venir
si vende su chacra. Entonces, creo que se le abrirán las puertas para
trabajar. Que Dios lo dirija es mi deseo y mi más sincera oración...
Hay abundante trabajo para Ud. en este gran campo de cosecha.
Aquí hay lugares que están maduros para la siega. Hay trabajo que
iniciar en Sydney, con casi un millón de habitantes, y en Melbour-
ne, que tiene una población aún mayor. Necesitamos iniciar obra
en Queensland, que nunca ha oído del Predicador viviente, y en
otros lugares dispersos de aquella región, que esperan el mensaje de
verdad.
¿Podría Ud., por favor, considerar el asunto y decirnos lo que
piensa? ¿Cómo andan sus finanzas? ¿Qué piensa hacer? ¿Cómo ha
estado dirigiendo su mente el Señor? Por favor, considere el asunto,
y que Dios le dé sabiduría para trasladarse a algún lugar de una vez.
Con mucho amor.—
Carta 7a, 1894
.
Siga la dirección del Señor
—Estimados hermano y hermana
G: Me alegré por saber de Uds. y por enterarme de que todavía
están haciendo planes para un gran servicio en la causa de Dios.
Es un privilegio recibir ricas bendiciones ayudando a otros. Deben
ser diligentes en el servicio y “fervientes en espíritu, sirviendo al
Señor”. Deben ayudar a quienes trabajan con Uds., ejercitando su
juicio e inculcando los principios de la economía. Deben utilizar
juiciosamente su dinero, lo cual creo que procuran hacer.
Conserven siempre la esperanza, y crezcan en la gracia y la
sabiduría de Cristo. Me siento más que feliz porque Uds. pueden