Página 81 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

Basic HTML Version

El pecado de la permisividad
77
Hará uso de sus poderes al máximo, para entrampar a las almas y
sorprender al profeso pueblo de Dios en sus puntos débiles. Sata-
nás está determinado a destruir, por medio de sus tentaciones, y a
contaminar con la permisividad las almas de quienes no han logrado
poner en sujeción de las facultades superiores de su ser a su baja
naturaleza; a los que han permitido que sus mentes avancen por el
cauce carnal de la indulgencia de las bajas pasiones.
[97]
Satanás no tiene puesta su mira en los blancos más bajos y
menos importantes, sino que tiende sus trampas mediante los que
se alistan como sus agentes para seducir o atraer a los hombres
para que se tomen libertades condenadas por la Ley de Dios. Es
contra los hombres que ocupan posiciones de responsabilidad, que
enseñan las demandas de la Ley de Dios y cuyas bocas están llenas
de argumentos para vindicar esa ley, que Satanás ha irrumpido.
Sobre ellos descarga sus poderes y agencias infernales, y los derriba
atacando sus puntos débiles de carácter, sabiendo que quien ofende
en un punto es culpable de todo. De ese modo obtiene completo
dominio sobre el ser entero.
Así, mente, alma, cuerpo y conciencia son llevados a la ruina. Y
si se trata de un mensajero de justicia que posee mucha luz, o si el
Señor lo ha utilizado como uno de sus obreros especiales en la causa
de la verdad, ¡cuán grande termina siendo el triunfo de Satanás!
¡Cómo se alegra! ¡Y cómo Dios es deshonrado!
La licencia es uno de los encantamientos satánicos
—Las
prácticas licenciosas de los hebreos consiguieron lo que ni los com-
bates guerreros ni los encantamientos de Balaam pudieron lograr:
que se apartaran de su Dios. Les fueron retiradas la cobertura y la
protección. Dios se tornó en su enemigo. Fueron tantos los culpables
de conducta licenciosa entre los príncipes y el pueblo, que el pecado
llegó a ser nacional, pues Dios se airó con toda la congregación.
El mismo Satanás está operando hoy para tratar de lograr idéntico
fin: debilitar y destruir el pueblo que afirma observar los manda-
mientos de Dios, cuando está justamente en los límites de la Canaán
celestial. Satanás sabe que ésta es su oportunidad. Le queda po-
co tiempo para trabajar y obrará con gran poder para entrampar al
pueblo de Dios en sus puntos débiles de carácter.
Las mujeres como tentadoras
—Habrá mujeres que se tornarán
tentadoras, que tratarán de hacer todo lo que puedan para atraer
[98]