Página 12 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Testimonios para los Ministros
eran fieles en amonestar contra el mal, y no obstante eran mensajes
de ánimo, puesto que continuamente señalaban el gran amor de Dios
y la plenitud del amor de Cristo para salvar hasta lo sumo.
En cuanto a la selección del material que aparece en este libro,
extraído de los
Testimonios
impresos en forma de folletos, el pre-
facio de la prima edición publicada en 1923 nos dice que “la junta
encargada de esta tarea se ha visto limitada por el tamaño que se
ha decidido dar a este libro, y por la gran cantidad de folletos que
han estado circulando. Por lo tanto, no aparece en esta obra todo
el material que se encuentra en los once folletos especiales. Las
razones para ello son las siguientes:
“1. Algunas porciones se han incorporado a otros libros impresos
después de la aparición de los folletos especiales.
[xi]
“2. Otras porciones se refieren a asuntos estrictamente locales, o
relativos a un momento determinado.
“3. Otros asuntos se tratan en forma más plena y definida en
otros documentos que aparecen en este libro”.
La fuente de cada uno de los artículos y la fecha de su primera
publicación figuran en las notas de pie de página. El origen de
algunos materiales adicionales está indicado al final de ellos...
Algunos de los consejos y reprensiones provenientes de la pluma
de Elena G. de White pueden ser comprendidos mejor si el lector
conoce las circunstancias que prevalecían en el momento en que los
mensajes fueron escritos. Algunos detalles de la historia de nuestra
iglesia, que eran conocidos para los lectores de los folletos originales
y de la primera edición de este libro, son desconocidos para la mayor
parte de los lectores de la actualidad...
Por eso se ha añadido un “marco histórico”, que sigue inmedia-
tamente a este prólogo, para presentar los puntos más importantes de
la historia de nuestra organización, y que pueden proporcionarnos
información acerca de los importantes acontecimientos producidos
durante la década iniciada en 1890...
Puesto que trabajó por un período de muchos años, la Hna. White
a menudo repetía ciertos consejos. Reimprimir todo lo publicado an-
teriormente en folletos y libros cansaría al lector por la repetición de
los temas, y también por los detalles de asuntos locales y personales
sin mayor importancia en la actualidad.