Página 443 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Apéndice
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Página 197.
La recepción de los donativos de los gentiles
(véan-
se también las páginas 202 y 203): Hacia fines de 1893, el pastor
A. T. Robinson, que dirigía la obra de la iglesia en Africa del Sur,
hizo arreglos para celebrar una entrevista con Cecil Rhodes, primer
ministro de la Colonia del Cabo y representante principal de la Com-
pañía Británica de Sudáfrica, que tenía intereses en Mashonalandia,
con el propósito de conseguir un terreno para fundar una misión
entre los nativos.
Cecil Rhodes se sintió especialmente complacido con el plan de
poner en marcha una misión entre los habitantes de ese país, y le
extendió al pastor Robinson una carta sellada dirigida al Dr. Jemison,
secretario de la Compañía, a quien debía dársela en Bulawayo.
Los hermanos fueron a Bulawayo con la idea de comprar la
tierra, y no se enteraron, hasta que el Dr. Jemison lo dijo, que Cecil
Rhodes había dado orden de que se les concediera gratuitamente
toda la tierra que necesitaran.
Se consiguió un terreno de considerable extensión, en el que se
fundó la Misión de Solusi, que fue la primera establecida por los
adventistas entre gente no cristiana.
Cuando algunos dirigentes de Battle Creek se enteraron de esto,
se sintieron profundamente preocupados, pues temían que la acepta-
ción de ese terreno podría constituir una violación de los principios
de separación de la iglesia y el estado. Cuando este asunto se es-
tudió en el congreso de la Asociación General de 1895, se tomó
este acuerdo: “No debemos, como organización, buscar ni aceptar
de ningún gobierno civil, jefe, dirigente o compañía real, local o de
cualquier otra índole, ningún obsequio, donativo o concesión, ya sea
de tierra, dinero, créditos, privilegios especiales, o cualquier otra
cosa de valor, que no se conceda en común a todos los demás, sin
una referencia particular a nuestras creencias religiosas y a la obra
que realizamos”.
Este acuerdo fue seguido por el siguiente:
“De acuerdo con esta resolución, la Corporación Legal de la
Asociación General debe recibir instrucciones para pagar la suma de
dinero que corresponda, por toda la tierra del gobierno que se haya
obtenido en Africa o que se obtenga en cualquier otra parte”.—
The
General Conference Bulletin, 283
, 21 de febrero de 1895.