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Testimonios para los Ministros
estaban criticando su obra. Nótese que en el párrafo que precede
al que aparece en este libro en la página 475, Elena G. de White
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declara: “Debiéramos llegar a un estado en el que desaparezca toda
diferencia. Si pienso que tengo luz, mi deber es presentarla. Supon-
gamos que yo consultara a otros acerca del mensaje que el Señor me
ha dado para la gente; la puerta podría cerrarse de modo que la luz
no llegara a aquellos a quienes Dios la ha enviado. Cuando Jesús
entró en Jerusalén, ‘toda la multitud de los discípulos, gozándose,
comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas
que habían visto, diciendo: ‘¡Bendito el Rey que viene en el nombre
del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!’ Entonces algunos
de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende
a tus discípulos. El, respondiendo, les dijo: Os digo que si estos
callaren, las piedras clamarían’”.
Lucas 19:37-40
.
“Los judíos trataron de detener la proclamación que había sido
predicha en la Palabra de Dios”.
Después de esto, se refiere otra vez con estas palabras a su propia
experiencia:
“La profecía debe cumplirse. El Señor dice: ‘He aquí yo os envío
al profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible’.
Alguien debe venir con el espíritu y el poder de Elías, y cuando
aparezca, los hombres posiblemente dirán: ‘Eres demasiado piadoso,
no interpretas las Escrituras de la debida manera!’”—
Mensajes
Selectos 1:482
.
El hecho de que se refería a su propia experiencia resulta evidente
por el párrafo que sigue, en el que declara: “Presentaré la verdad tal
como Dios me la da...”