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Capítulo 55—La promesa del Espíritu Santo
La consecuencia del silencio sobre el tema
—Justamente antes
de dejar a sus discípulos para ir a las cortes celestiales, Jesús los
animó con la promesa del Espíritu Santo. Esta promesa pertenece
a nosotros, tanto como a ellos, y, no obstante, cuán raramente se
la presenta a la gente, y cuán poco se habla de su recepción en la
iglesia. Como resultado del silencio sobre este tema tan importante,
¿de cuál promesa conocemos menos, acerca de su cumplimiento
práctico, que de esta rica promesa del don del Espíritu Santo, por
medio de la cual, se añade eficiencia a todos nuestros esfuerzos es-
pirituales? La promesa del Espíritu Santo se menciona casualmente
en los discursos, se la menciona de paso, y eso es todo. Se predica
sobre las profecías, se exponen las doctrinas, pero aquello que es
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absolutamente esencial para la iglesia, para que pueda crecer en
fortaleza y eficiencia espiritual, con el fin de que la predicación lleve
convicción, y las almas se conviertan a Dios, ha sido largamente
dejado fuera del esfuerzo ministerial.—
Manuscrito 12, 1891
.
Es necesario presentar este tema en cada discurso
—El Espí-
ritu Santo debe presentarse en cada discurso. ¡Qué declaraciones
maravillosas hizo Cristo, acerca de su representante ante el mundo!
Este es el tema animador, que debemos mantener delante del pueblo.
Cuando comprendamos el papel del Espíritu Santo, traeremos sobre
nosotros mismos todas las bendiciones. El nos hará completos en
Cristo.—
Manuscrito 8, 1898
.
Su ausencia es causa de sequía espiritual
—Los pastores que
predican la verdad presente, darán su aprobación a la necesidad
de la influencia del Espíritu de Dios en la convicción del pecado,
y la conversión de las almas. Esta influencia debe acompañar la
predicación de la Palabra, pero ellos no sienten suficientemente
la importancia de tener un conocimiento profundo y práctico del
tema. La falta de la gracia y el poder de la divina influencia de la
verdad sobre sus propios corazones, les impide discernir las cosas
espirituales, y presentar su necesidad positiva ante la iglesia. De
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