Página 293 - La Voz

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Capítulo 67—El uso equivocado de la voz en la
música
Un ruido desconcertante
—Esas mismas cosas que habéis ex-
plicado que ocurrían en Indiana, el Señor me ha mostrado que vol-
verían a ocurrir justamente antes de la terminación del tiempo de
gracia. Se manifestará toda clase de cosas extrañas. Habrá vocerío
acompañado de tambores, música y danza.
El juicio de algunos seres racionales quedará confundido de
tal manera, que no podrán confiar en él para realizar decisiones
correctas. Y a esto consideran como la actuación del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese
ruido desconcertante. Esto constituye una invención de Satanás para
ocultar sus ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la pura,
sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora verdad para este
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tiempo. Es mejor no mezclar nunca el culto a Dios con música, que
utilizar instrumentos musicales para realizar la obra que en enero
pasado se me mostró que tendría lugar en nuestras reuniones de
reavivamiento. La verdad para este tiempo, no necesita nada de
eso para convertir a las almas. El ruido desconcertante aturde los
sentidos y desnaturaliza aquello que, si se condujera en la forma
debida, constituiría una bendición. El influjo de los instrumentos
satánicos se une con el estrépito y el vocerío, con lo cual resulta un
carnaval, y a esto, se lo denomina la obra del Espíritu Santo...
No debería estimularse esta clase de culto. Este mismo género de
influencia advino después de cumplida la fecha de 1844. Ocurrieron
las mismas representaciones. Los hombres se agitaron, y fueron
estimulados por un poder que pensaban era el poder de Dios.—
Mensajes Selectos 2:41, 42
.
Una trampa satánica
—El Espíritu Santo no tiene nada que
ver con ese desorden perturbador, y esa barahúnda, que me fueron
mostrados en enero pasado. Satanás trabaja en medio del estruendo
y de la confusión producida por esa clase de música, la cual, si fuera
dirigida debidamente, serviría para alabar y glorificar a Dios. El
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