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El canto de los redimidos
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El canto de los 144.000
—Estos son los que están sobre el monte
de Sión con el Cordero, teniendo el nombre del Padre escrito en
sus frentes. Cantan el nuevo himno delante del trono, ese himno
que nadie puede aprender, sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que
fueron redimidos de la tierra.—
La Historia de Profetas y Reyes, 434
.
Aclamación en la tierra nueva
—En su cumbre, se asentarán
sus pies cuando vuelva. No como varón de dolores, sino como
glorioso y triunfante rey, estará sobre el monte de los Olivos mientras
que los aleluyas hebreos se mezclan con los hosannas gentiles, y
las voces de la grande hueste de los redimidos hagan resonar esta
aclamación: Coronadle, Señor de todos.—
El Deseado de Todas las
Gentes, 769, 770
.
La alabanza de sábado en sábado
—Cuando se produzca “la
restauración de todas las cosas, de la cual habló Dios por boca de
sus santos profetas, que ha habido desde la antigüedad”, el sábado
de la creación, el día en que Cristo descansó en la tumba de José,
será todavía un día de reposo y regocijo. El cielo y la tierra se unirán
en alabanza, mientras que “de sábado en sábado”, las naciones de
los salvos adorarán con gozo a Dios y al Cordero.—
El Deseado de
Todas las Gentes, 714
.
Un coro eterno de alabanza
—Y a medida que los años de la
eternidad transcurran, traerán consigo revelaciones más ricas y aún
más gloriosas respecto de Dios y de Cristo. Así como el conocimien-
to es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en
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aumento. Cuanto más sepan los hombres acerca de Dios, tanto más
admirarán su carácter. A medida que Jesús les descubra la riqueza de
la redención y los hechos asombrosos del gran conflicto con Satanás,
los corazones de los redimidos se estremecerán con gratitud siempre
más ferviente, y con arrebatadora alegría tocarán sus arpas de oro; y
miríadas de miríadas y millares de voces, se unirán para engrosar el
potente coro de alabanza.
“Y toda cosa creada que esté en el cielo, y sobre la tierra, y
debajo de la tierra, y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en
ellos, las oí decir: ¡Bendición, y honra y gloria y dominio al que está
sentado sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos!”
Apocalipsis 5:13 (VM)
.
El conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado, ni pecadores.
Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y