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Conducción del Niño
establecimiento y la preservación de una sólida salud física y mental.
No podemos permitirnos empequeñecer o dañar una sola función,
de la mente o del cuerpo por el trabajo excesivo o por el abuso de
cualquier parte de la maquinaria viviente. Tan ciertamente como lo
hagamos, sufriremos las consecuencias.—
The Signs of the Times,
17 de octubre de 1890
.
Tiene un poder admirable
—La observancia de la temperancia
y la regularidad en todas las cosas tienen un poder maravilloso. Para
producir la dulzura y la serenidad de carácter que tanto contribuyen
a suavizar el camino de la vida, serán de más valor que las circuns-
tancias o las dotes naturales. Al mismo tiempo, el dominio propio
así adquirido resultara ser una de las condiciones más valiosas pa-
ra hacer frente con éxito a los serios deberes y las realidades que
esperan a todo ser humano.—
La Educación, 202
.
Una ayuda para el claro pensar
—Los que desempeñan cargos
de confianza deben hacer diariamente resoluciones de gran tras-
cendencia A menudo deben pensar con rapidez, y esto sólo pueden
hacerlo con éxito los que practican la estricta templanza. La mente se
fortalece bajo la influencia del correcto tratamiento dado a las facul-
tades físicas e intelectuales. Si el esfuerzo no es demasiado grande,
cada nueva tarea añade nuevo vigor.—
El Ministerio de Curación,
238
.
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Los hábitos de templanza dan ricas recompensas
—La nueva
generación está rodeada con atractivos calculados para tentar el
apetito. Especialmente en nuestras grandes ciudades, cada forma
de complacencia se presenta en forma fácil y atrayente. Los que,
como Daniel, rehusen contaminarse, cosecharán la recompensa de
sus hábitos de temperancia. Con su mayor fibra física y mayor
resistencia, tienen un capital del que pueden disponer en un caso de
emergencia.
Los hábitos físicos correctos estimulan la superioridad mental.
El poder intelectual, la fortaleza física y la longevidad dependen
de leyes inmutables. En esto, no hay nada librado al azar o a la
casualidad. El Dios de la naturaleza no intervendrá para preservar a
los hombres de las consecuencias de haber violado las leyes de la
naturaleza.—
Christian Temperance and Bible Hygiene, 28
.
Para tener salud perfecta séase sobrio en todo
—Es necesa-
ria la temperancia en todas las cosas para preservar la salud. . . .