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Capítulo 72—La batalla por la reforma
Se necesitan un sincero arrepentimiento y un esfuerzo deter-
minado
—Los que corrompen su cuerpo no pueden gozar del favor
de Dios a menos que se arrepientan sinceramente, hagan una reforma
completa y entren en perfecta santidad en el temor del Señor.—
An
Appeal to Mothers, 29
.
La única esperanza para los que practican hábitos viles es dejar-
los para siempre si es que estiman de algún valor la salud temporal
y la salvación en el más allá. Cuando se ha consentido en estos há-
bitos durante un buen tiempo, se requiere un esfuerzo determinado
para resistir a la tentación y rehusar la complacencia corrupta.—
An
Appeal to Mothers, 27
.
Deben dominarse los pensamientos
Ud. debe dominar sus
pensamientos. Esta no será una tarea fácil; no puede realizarla sin
un íntimo y aun severo esfuerzo. . . . Si Ud. consiente en vanas
imaginaciones, permitiendo que su mente se ocupe de temas im-
puros, en cierto grado es tan culpable delante de Dios como si sus
pensamientos se tradujeran en acción. Todo lo que impide la acción
es la falta de oportunidad. . . . Forjar fantasías es un hábito malo
y excesivamente peligroso. Una vez que se ha establecido, es casi
imposible romper con un hábito tal y dirigir los pensamientos a
temas puros, santos y elevadores. Ud. tiene que convertirse en un
fiel centinela que vigile sus ojos, oídos y todos sus sentidos si desea
dominar su mente e impedir que vanos y corruptos pensamientos
mancillen su alma. El poder de la gracia únicamente puede realizar
esta obra tan deseable.—
Testimonies for the Church 2:561
.
[438]
Someted las pasiones y los afectos a la razón
No sólo Dios
requiere que Ud. controle sus pensamientos, sino también sus pa-
siones y afectos. Su salvación depende de que Ud. se gobierne en
estas cosas. La pasión y los afectos son instrumentos poderosos. Si
Estos son otros extractos de una carta a la niña voluntariosa que practicaba el vicio
secreto.
Párrafos de la misma carta anterior.
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