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Historia de los Patriarcas y Profetas
ritus de los desaparecidos, son mirados con cierta idolatría, y para
muchos la palabra de ellos tiene más peso que la palabra de Dios.
Pero muchos consideran al espiritismo como un simple engaño.
Atribuyen a fraudes de los médiums las manifestaciones mediante
las cuales pretenden demostrar que poseen un carácter sobrenatural.
Sin embargo, si bien es cierto que con frecuencia se han presentado
los resultados de alguna superchería como manifestaciones genuinas,
ha habido también evidencias notables de un poder sobrenatural.
Y muchos de los que rechazan el espiritismo como resultado de la
pericia o la astucia humana, al comprobar manifestaciones que no
pueden explicar en este sentido, se verán inducidos a reconocer sus
asertos como veraces.
El espiritismo moderno y las formas de la brujería antigua y del
culto idólatra, por tener todos la comunión con los muertos como
principio vital, se basan en aquella primera mentira mediante la cual
Satanás engañó a Adán y a Eva: “No moriréis. Pero Dios sabe que el
día que comáis de él [...] seréis como Dios”.
Génesis 3:4, 5
. Como se
basan igualmente en la mentira y la perpetúan, provienen por igual
del padre de las mentiras.
A los hebreos se les prohibió expresamente que participaran en
cualquier forma de supuesta comunión con los muertos. Dios cerró
esta puerta eficazmente cuando dijo: “Los muertos nada saben, [...]
y ya nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”.
Eclesiastés 9:5, 6
. “Sale su aliento y vuelve a la tierra; en ese mismo
día perecen sus pensamientos”.
Salmos 146:4
. Y el Señor le declaró
a Israel: “La persona que preste atención a encantadores o adivinos,
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para prostituirse detrás de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal
persona, y la eliminaré de su pueblo”.
Levítico 20:6
.
Los espíritus adivinadores no eran los espíritus de los muertos,
sino ángeles malos, mensajeros de Satanás. La idolatría antigua,
que, según hemos visto, abarca tanto el culto de los muertos como
la pretendida comunicación con ellos. La Biblia declara que era
una manifestación del culto de los demonios. El apóstol Pablo,
al amonestar a sus hermanos contra cualquier participación en la
idolatría de sus vecinos paganos, dice: “Antes digo que aquello que
los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican y no a Dios; y
no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios”.
1
Corintios 10:20
. Hablando de Israel el salmista dice: “Sacrificaron