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Joyas de los Testimonios 1
realizar su trabajo con éxito. Los órganos vitales quedan recargados
innecesariamente, y la fuerza nerviosa del cerebro es desviada al
estómago para ayudar a los órganos digestivos a realizar su obra de
disponer de una cantidad de alimento que no beneficia al organismo.
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De esta manera la fuerza del cerebro es disminuída por las exi-
gencias que se le imponen para ayudar al estómago a llevar su pesada
carga. Y después de realizada la tarea ¿qué sensaciones se experi-
mentan como resultado de este gasto innecesario de fuerza vital?
Una sensación de debilidad y desfallecimiento, como que se debiera
comer más. Tal vez esta sensación se produce precisamente antes de
la hora de comer. ¿Cual es la causa? La naturaleza se quedó agotada
por su trabajo; de ahí viene esa sensación de cansancio. Y pensáis
que el estómago dice: “Más alimento,” cuando su cansancio dice
claramente: “Dadme reposo.”
El estómago necesita descansar a fin de recuperar sus energías
agotadas, para dedicarlas al próximo trabajo. Pero en vez de conce-
derle un período de descanso, pensáis que necesita más alimento e
imponéis otra carga a la naturaleza y le negáis el reposo que necesita.
Es como el caso de un hombre que trabajase en el campo durante
toda la primera parte del día hasta cansarse. Al llegar a casa a las
doce, dice que está cansado y agotado; pero se le indica que vuelva
a trabajar para obtener alivio. Así es como tratáis al estómago. Está
totalmente agotado. Pero en vez de darle reposo, se le da más ali-
mento, y luego se desvía la vitalidad de otras partes del organismo
hacia el estómago para ayudar en el trabajo de la digestión. ...
El primer trabajo de la madre
He visto madres de familias numerosas que no se daban cuenta
del trabajo que tenían ante sí y ante su propia familia. Querían ser
misioneras y hacer una obra grande. Deseaban un puesto elevado,
pero descuidaban el mismo trabajo que en su casa se les había
asignado. ¡Cuán importante es que la mente se despeje! ¡Cuán
importante es que el cuerpo esté tan libre como sea posible de la
enfermedad, a fin de que podamos hacer el trabajo que el Señor nos
ha encomendado, y esto de una manera que permita al Maestro decir:
“Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
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pondré: entra en el gozo de tu señor.”
Mateo 25:21
. Hermanas mías,