Página 235 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

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Una carta de cumpleaños
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personas, me pregunto, alternar con la muchedumbre celestial, parti-
cipar en sus cantos y soportar la pura, excelsa y arrobadora gloria
que emana de Dios y del Cordero? ¡Oh no! Su tiempo de prueba
se alargó durante años para que pudiesen aprender el lenguaje del
cielo, para que pudiesen llegar a ser “participantes de la naturaleza
divina, habiendo huído de la corrupción que está en el mundo por
concupiscencia.”
2 Pedro 1:4
. Pero tenían que dedicar las facultades
de su mente y las energías de su ser a un negocio egoísta. No podían
dedicarse a servir a Dios sin reserva. Las empresas mundanales
debían ocupar el primer lugar y recibir lo mejor de sus facultades;
un pensamiento pasajero fué todo lo que dedicaron a Dios. ¿Serán
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los tales transformados después que se haya pronunciado la decisión
final: “El santo sea santificado todavía, y el que es sucio, ensúciese
todavía”?
Apocalipsis 22:11
. Ese tiempo se está acercando.
Los que han educado su mente en el deleite de los ejercicios
espirituales, son los que pueden ser trasladados sin que los abrume
la pureza y la gloria trascendental del cielo. Puedes tener un vasto
conocimiento de las artes, puedes estar familiarizado con las cien-
cias, puedes sobresalir en música y caligrafía, pueden agradar tu
modales a los que te tratan, pero ¿qué tienen que ver estas cosas con
una preparación para el cielo? ¿Te preparan para subsistir delante
del tribunal de Dios?
No te engañes. Dios no puede ser burlado. Nada que no sea la
santidad te preparará para el cielo. Es la piedad sincera y experimen-
tal lo único que puede darte un carácter puro y elevado, y habilitarte
para entrar en la presencia de Dios, quien mora en luz inaccesible.
Esta tierra es el único lugar donde debemos adquirir el carácter ce-
lestial. Por lo tanto, comienza en seguida. Y no te lisonjees de que
llegará el tiempo en que podrás con más facilidad que ahora hacer
un esfuerzo ferviente. Cada día te distancia más de Dios. Prepárate
para la eternidad con un celo que no has manifestado todavía. Educa
la mente para amar la Biblia, amar la reunión de oración, amar la
hora de meditación, y sobre todo, la hora en la cual el alma comulga
con Dios. Adquiere la mentalidad del cielo si quieres unirte con el
coro celestial en las mansiones divinas.
Hoy empieza un nuevo año de tu vida. Una nueva página ha sido
abierta en el libro por el ángel registrador. ¿Qué se anotará en sus
columnas? ¿Quedarán manchadas con la negligencia espiritual, con