Página 254 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

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La necesidad del dominio propi
La extraición de Pedro es del más alto valor para todos los que
buscan la inmortalidad. Se dirige así a los que tienen la misma fe
preciosa:
“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis
alcanzado fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nues-
tro Dios y Salvador Jesucristo: gracia y paz os sea multiplicada en el
conocimiento de Dios, y de nuestro Señor Jesús. Como todas las co-
sas que pertenecen a la vida y a la piedad nos sean dadas de su divina
potencia, por el conocimiento de Aquel que nos ha llamado por su
gloria y virtud: por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la natu-
raleza divina, habiendo huído de la corrupción que está en el mundo
por concupiscencia. Vosotros también, poniendo toda diligencia por
esto mismo, mostrad en vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia; y en
la ciencia templanza, y en la templanza paciencia, y en la paciencia
temor de Dios; y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor
fraternal caridad. Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan,
no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo. Mas el que no tiene estas cosas, es ciego, y tiene la
vista muy corta, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos
pecados. Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme
vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis
jamás. Porque de esta manera os será abundantemente administrada
la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”
2 Pedro 1:1-11
.
Estamos en un mundo en el cual abundan la luz y el conoci-
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miento; y sin embargo, muchos de los que profesan pertenecer a la
misma preciosa fe son voluntariamente ignorantes. Los rodea la luz;
y sin embargo, no se la apropian. Los padres no ven la necesidad
de informarse, de obtener conocimiento, y de ponerlo en práctica
Testimonios para la Iglesia 2:471-478 (1870)
. (Del cap. titulado: “Una súplica a la
iglesia.”)
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