Despreciadores de los reproches
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Pero la han vencido las múltiples tentaciones de Satanás. No aprecia
la luz que Dios le ha dado. No escucha las amonestaciones y repren-
siones del Espíritu de Dios. Está bajo condenación. Dichas personas
resistirán siempre el testimonio recto, porque éste las condena.
Dios quiere que su pueblo sea una unidad; que sus hijos tengan
un mismo parecer, un mismo ánimo y un mismo criterio. Esto no
puede lograrse sin un testimonio claro, recto y vivo en la iglesia. La
oración de Cristo era que los discípulos fuesen uno como él era uno
con su Padre. “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por
los que han de creer en mí por la palabra de ellos. Para que todos
sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también
ellos sean en nosotros una cosa; para que el mundo crea que tú me
enviaste. Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean
una cosa, como también nosotros somos una cosa. Yo en ellos, y tú
en mí, para que sean consumadamente una cosa; y que el mundo
conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también a
mí me has amado.”
Juan 17:20-23
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